La inteligencia sin amor, te hace perverso. La justicia sin amor, te hace implacable. La diplomacia sin amor, te hace hipócrita. El éxito sin amor, te hace arrogante. La riqueza sin amor, te hace avaro. La docilidad sin amor, te hace servil. La castidad sin amor, te hace orgulloso. La pobreza sin amor, te hace miserable. La belleza sin amor, te hace ridículo. La verdad sin amor, te hace hiriente. La autoridad sin amor, te hace tirano. El trabajo sin amor, te hace esclavo. La sencillez sin amor, te hace mediocre. La oración sin amor, te hace ser un farsante. La ley sin amor, te esclaviza. La política sin amor, te hace ególatra. La amistad sin amor, te hace utilitario. El matrimonio sin amor, te reduce a un objeto. La fe sin amor, te hace fanático. La vida sin amor, no tiene sentido.
La causa subyacente de estos problemas conductuales es una herida de amor.
De manera que, estas maneras de conducirse proceden de algún tipo de carencia afectiva sufrida ya en la infancia, aun, sin ser sanada y arrastrada hasta la vida adulta.
Al nacer todos venimos al mundo con unas necesidades físicas (cuidado y alimentación) y emocionales (amor, apoyo, seguridad) que deben ser cubiertas para que podamos convertirnos en adultos equilibrados. Tanto el contacto físico, las muestras de cariño, el hecho de sentirnos protegidos y respetados en nuestros intereses, son esenciales para la supervivencia, y son imprescindibles para nuestro correcto desarrollo psicoemocional.
Es así que el cariño y la atención por parte de los cuidadores o padres amorosos proporciona la mejor base sobre la que construir una personalidad equilibrada.
Entonces, sin estos cuidados, los niños, sí crecen físicamente, pero emocionalmente arrastran graves secuelas afectivas.
Cuando existe una falta de cuidado-cariño, esto favorece a la inmadurez en su desarrollo como persona, a la dificultad de desarrollarse con la gente de su alrededor, a la inadaptación social y, en muchos casos a la delincuencia, depresión, ansiedad, síntomas psicosomáticos, estrés y conductas de desamor como las del inicio de la nota.
Saber que, si en la infancia no recibimos este apoyo amoroso, arrastraremos carencias afectivas, desarrollando y funcionando con mecanismos compensatorios defensivos; siendo éstos rígidos.
A mayor gravedad e intensidad de carencias, mayor nivel de distorsión físico/mental/emocional, o mecanismos defensivos.
Dos puntos para focalizar:
1) ¿qué es la carencia afectiva? La ausencia de amor, cuidado, atención y protección necesaria recibida desde temprana edad, también él maltrato, abandono, abuso. Esto bloquea la posibilidad de un saludable desarrollo, inadaptación social, delincuencia, ansiedad, síntomas psicosomáticos, abuso de sustancias, alcohol, estrés, abuso de poder, y en la edad adulta reproducir ese patrón poco y nada afectivo, distante, controlador y manipulando a la hora de relacionarse.
2) ¿Qué son los mecanismos de defensa? El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV-TR) afirma "Una respuesta psicológica automática a eventos estresantes internos o externos o a un conflicto emocional". Por su parte el mecanismo de defensa es una “estrategia”, que protege contra la angustia relacionada principalmente con los acontecimientos intrapsíquicos que suceden durante la vida de la persona, incluyendo el “desarrollo psicológico” que abarca diversos aspectos, desde el desarrollo como ser los procesos más básicos (la percepción o la gestión emocional), pasando por el desarrollo de los procesos psicológicos superiores ej: (el pensamiento lógico, la memoria, atención, etc.) y hasta el desarrollo social y moral.
Algunas características comunes de los mecanismos de defensa incluyen su “operación inconsciente”, lo que significa que ocurren fuera de la conciencia de la persona. Su papel o intención es la minimización de la “ansiedad, angustia y el mantenimiento de la autoestima”; reforzando la capacidad para distorsionar, negar o alterar la realidad, y así evitar enfrentar situaciones perturbadoras que no se desean vivir.
Algunos mecanismos de defensa pueden ser adaptativos y promover la resiliencia, en esta nota refiero a los mecanismos maladaptativos que contribuyen a la disfunción psicológica (neurosis) si se utilizan en exceso o en forma inapropiada.
Para cerrar: La mejor inversión para ser libres y reconstruirnos con pilares sólidos y amorosos es: Empezar de cero, resetear nuestro disco duro y comenzar de nuevo, revisando nuestras creencias, aquellas que nos tienen atrapados, sabiendo que determinan lo que pensamos, sentimos y hacemos, y lo que conseguimos o no conseguimos, y adquirir una vida libre, ecuánime, coherente, responsable, justa y feliz.
Te mando un beso inmenso TG
IG Tona Galvaliz.
FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-
Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.