Sociedad

Contundente denuncia de vecinos a un bar - aftter situada en la Av. Maipú de la ciudad

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Sostienen que el horario pico se inicia a las 7de la mañana.

 

El público deambula con botellas de alcohol, interrumpen el tránsito, hacen piruetas con las motos, bloquean los garajes y convierten las veredas en sanitarios. Fuentes municipales informaron que hay un vacío legal y que se encuentra en trámite la habilitación como bar-restaurante y boliche.

 



En tanto, desde fuentes municipales sostienen que se han realizado operativos de control, pero que existe un vacío legal, ya que el lugar cierra “aparentemente” sus puertas a las 6 como lo establece la normativa, pero reabre el lugar a las 7 ya que tramita una habilitación como restaurante- bar y boliche, por lo que pueden vender alcohol en ese horario porque no está prohibido, lo que sería el causante del descontrol de la zona.

 

“Esa casa se alquila hace seis años, pero hace unos meses en el lugar comenzó a funcionar un boliche y desde ese momento vivir en este barrio se volvió una pesadilla”, comenzó relatando uno de los vecinos.

 

Los mismos comentaban detalles de todo lo que viven hace unos meses “desde que se instalaron acá, el movimiento en la zona cambió considerablemente, autos, motos, gritos, música a alto volumen y botellas que se rompen contra el piso se escuchan desde las 2 hasta casi el mediodía”, explicó otro habitante de la zona.

 

“Este boliche tiene mucha convocatoria por el ‘after’ que hacen desde las 7 de la mañana, todos los jóvenes llegan totalmente alcoholizados de los otros boliches y siguen consumiendo por lo que la zona se vuelve un descontrol, se caen de lo borrachos”, indicaron.

 

“En la mayoría de los lugares bailables no venden las bebidas en botellas de vidrio, pues en ese local sí y son las que más estruendo hacen cuando las tiran contra el piso. Al salir a la vereda encontramos vidrios rotos por todos lados e igual que botellas”.

 

“Totalmente ebrios, suben a las motos acelerando, haciendo piruetas y más de una vez hemos observado cómo se caen al suelo y vuelven a subirse lo que es un peligro. Lo mismo sucede con los coches, nos preocupa mucho que maten a alguien.

 

Además, no respetan nada estacionan donde quieren, tapan los garajes y nadie los controla, nadie interviene”, relataron.

 

En cuanto a los residuos que queda en la zona tras los “after”, comentaron que “nosotros nos encontramos con todas nuestras puertas llenas de orina, vómito, botellas e incluso hasta preservativos, es un descontrol total”.

 

En cuanto a los reclamos que realizaron a las autoridades correspondientes manifestaron que “nos cansamos, desde el primer día ya tuvimos problemas.

 

Denunciamos por los ruidos molestos y no pasó nada. Denunciamos el consumo de alcohol y cómo los chicos salen totalmente ebrios del lugar y tampoco pasó nada, los inspectores de tránsito pasan y los observan y no hacen nada, pero el otro día estacionó mal el auto una vecina y ya pretendían llevárselo, cuando a muchos vecinos nos tapan los garajes y los ingresos a nuestras casas y tenemos que ponernos a averiguar quiénes son los dueños de los coches y pedirle que lo saquen”.

 

“Por ejemplo, el fin de semana actuó ‘Yiyo’ y la zona se llenó de patrulleros, grupos especiales e inspectores de tránsito y lo único que hicieron fue observar el caos que había, ellos sólo custodiaban al grupo que llegó con todos sus seguidores”.

 

Controles



Y ante las denuncias sobre el local bailable, desde fuentes municipales informaron que “los reclamos son reiterados sobre los ruidos molestos y la venta de bebidas alcohólicas durante el ‘after’ que sostienen que se realiza en el lugar, pero hay algunas cuestiones que se deben tener en cuenta y por las cuales no podemos intervenir de manera directa para clausurarlo. La primera es que se han labrado actas por ruidos molestos”.

 

“La segunda que el boliche solicitó la habilitación, que todavía está en trámite, para funcionar como bar- boliche y restaurante, por lo que ante los reclamos de que está abierto luego de las 6, horario establecido por la normativa, hemos concurrido y constatado que las puertas del lugar estaban cerradas, aunque había gente en la vía pública y parecería que adentro también, pero al estar cerrado no estamos habilitados a ingresar. Y en este contexto, al funcionar como restaurante o bar, ellos reabren sus puertas a las 7 y la venta de bebidas alcohólicas  a esa hora no está prohibida, por lo que no podemos actuar y lo mismo sucede con la gente en la vía pública, eso ya escapa a lo municipal”.

 

Por último, “en cuanto al desorden en la vía pública debe intervenir la Policía, no así en los casos de tránsito, en los cuales los agentes intervienen siempre que se los solicite”. El Litoral

 

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