Estudiantes de Veterinaria y Biología, y amantes de la conservación desempeñan el rol de asistentes en la entidad, que busca ampliar el equipo en 2022.
Con estudios universitarios avanzados en algunos casos, y en otros solo con buena voluntad pero siempre con un perfil conservacionista, carta de recomendación y el requisito indispensable de tener mucha paciencia, el Centro de Conservación Aguará abrió ayer una convocatoria para agrandar su equipo de cara al año que se inicia.
El llamado a postularse se publicó en las redes sociales de la institución, y en solo pocas horas recibió decenas de curriculum vitae de aspirantes desde provincias tan distantes como Córdoba, Buenos Aires y Mendoza, e incluso países vecinos como Brasil y Paraguay.
La propuesta es "formar parte del equipo", en las áreas de veterinaria, bienestar animal y atención y alimentación de crías huérfanas. 35 personas se desempeñan actualmente en este rol de asistentes voluntarios, y más de 100 pasaron por esa experiencia durante el último año.
Ahora, de cara a proyectar los trabajos que vienen para el nuevo año, la institución abrió una nueva instancia de postulación. Y la respuesta fue inmediata y masiva. "A nosotros nos enorgullece despertar ese interés por parte de quienes se están formando como profesionales con perspectiva en conservación. Nos posiciona cada vez más como un lugar de referencia en el país y en la región. Además, si bien las universidades van incorporando progresivamente ese enfoque, aunque para los estudiantes es una experiencia a la que no se puede acceder fácilmente durante la formación académica, hacer el chequeo sanitario de un yaguareté o de un puma, por ejemplo, es algo que puede suceder pocas veces o ninguna en la actividad de un verterinario o biólogo, salvo que se vincule con este tipo de organismos. Por eso las convocatorias tienen una respuesta tan rápida y numerosa", explicó Catalina Mancedo, vocera del Centro Aguará, en diálogo con República de Corrientes.
Tanto para las áreas de veterinaria como la de biología, uno de los requistos es ser estudiante avanzado de estas carreras y tener prácticas en revisiones clínicas o en rehabilitación de animales. En tanto, el voluntariado al cuidado de crías huérfanas no requiere estudios específicos, pero sí paciencia y dedicación.
En todos los casos, además de curriculum, se pide enviar una carta de intención que responda a las razones por las cuales el postulante desea incorporarse al trabajo en el Centro.
"El perfil de cada uno es muy importante. Trabajamos bajo la premisa de que los animales no se impronten en el contacto con los humanos. Y eso es fundamental cuando uno dedica la tarea al cuidado de fauna silvestre con perspectivas de una futura liberación. Los voluntarios, que ayudan en la atención de 73 animales que hoy alberga el Centro, deben usar sábanas o máscaras que los cubran, no deben hablar con los animales ni tocarlos sin guantes. Es fundamental que los ejemplares, que en su mayoría son crías huérfanas, no asocien el contacto humano con estímulos positivos. De esa manera uno aporta a que puedan ser liberados con éxito", explicó Mancedo.
Por otra parte, recordó que el centro ofrece alojamiento, alimentación y transporte para los voluntarios que se incorporan, aunque no se trata de un trabajo rentado. Y apuntó que "la convocatoria es el único momento en que se recibe la postulación de aspirantes, hasta que se vuelva a abrir una nueva".
Alimentar a lobitos de río con peces vivos, atender los chequeos sanitarios de pumas, víboras y diferentes especies de aves, amamantar osos hormigueros o monos carayá, o darle presas vivas a los animales que se rescatan para que puedan aprender a sobrevivir en un entorno silvestre, son parte de las tareas de quienes se desempeñan como voluntarios, que en algunos casos permamencen de guardia las 24 horas y los 7 días de la semana, con algunos francos designados. "Sin los voluntarios nuestra tarea sería imposible, son un gran apoyo y la experiencia para ellos también es única", subrayaron desde el Centro. Allí, del 100 por ciento de animales que se rescatan sobrevive apenas un 20%, y abordar su cuidado es "fundamental", apuntó.