En zonas rurales de Caá Catí los habitantes son asistidos como si estuvieran viviendo en zona de guerra. No tienen agua ni energía eléctrica desde hace cinco días. La asistencia es llevada por los bomberos voluntarios y la intendencia local, llevaron agua mineral.
Los servicios básicos están cortados por problemas energéticos, al no haber energía, las bombas extractoras de agua no pueden funcionar.
La situación también se da en otras localidades como San Miguel y Loreto: al producirse los cortes de energía no hay agua durante horas en esas comunas. Todo en pleno inicio del verano con temperaturas que oscilan los 40 grados y muchas veces superan los 45.
Los vecinos del paraje Rincón de Vences como de zonas aledañas, se quejan porque no pueden tener alimentos en sus casas, los comerciantes pierden productos y en otros casos, también se funden medicamentos que necesitan cadena de frío.