Se trata del “Complejo Recreativo Gaucho Gil” anunciado y presentado por el gobernador de la provincia en mayo de 2022. A 48 horas de una nueva conmemoración, en el lugar improvisaron carpas y continúan los escombros de los puestos demolidos en agosto de 2021. Hasta el momento no se ejecutó ningún trabajo, todo el predio incluso, está con maleza y sin limpiar.
Hace un año y medio el Gobierno de la provincia de Corrientes intervino el predio donde se encuentra el santuario del santo popular, a través del Decreto N°1860 y designó como interventor del mismo a un comisario retirado. Fue tras el doble crimen de comerciantes que trabajaban en las adyacencias del lugar. Se demolieron los puestos y más de 15 meses después no se realizó ni una obra. Aún están en los escombros de las casillas comerciales y se improvisaron carpas para los puesteros. Un cartel oficial de la administración radical de Juntos por el Cambio, también rodeado de maleza promete hace más de un año: “Complejo Recreativo Gaucho Gil” con una inversión de $148.300.005,75 y un plazo de obra de 6 meses. Todo sobre la Ruta Nacional 123, una de las más transitadas por turistas que arriban a la provincia. Los devotos se encontrarán con panorama desolador.
Hay montículos de escombros, ninguna señalética, ni caminos internos que conduzcan a ese lugar de devoción de unos 300 mil fieles que empezaron a llegar desde este último jueves 5 de enero a la zona ubicada a pocos kilómetros del ingreso a la ciudad de Mercedes. En el centro de la provincia de Corrientes. Los devotos arriban desde todos los puntos cardinales del país y de países vecinos como Paraguay y Brasil.
Esos escombros están esparcidos por todo el lugar desde el pasado 6 de agosto de 2021 cuando se ordenó la demolición de los puestos comerciales del lugar, todo tras el doble homicidio de dos hombres: Milton Canteros, de 64 años y Sergio Canteros, de 33 (padre e hijo respectivamente) quienes fueron asesinados a puñaladas por conflictos por el uso de lugares en el predio Cruz Gil, en agosto de 2021, fue el detonante de la decisión de intervenir el «Centro Recreativo Devotos de la Cruz Gil» quien tenía a su cargo la administración del Santuario.
En el lugar actualmente no hay sanitarios, el agua existente es por medio de perforación de la cual se proveen los puesteros ubicados bajo una carpa. Deben soportar, los comerciantes y visitantes, temperaturas que superan los 45°.
El Gaucho Gil es uno de los santos paganos más populares del país, moviliza miles de personas a lo largo del año y especialmente para su conmemoración, todos los 8 de enero. Para este año quienes no hayan visitado el lugar durante la pandemia se encontrarán con un páramo: escombro, maleza y sol golpeando una inmensa carpa blanca a la vera de la Ruta Nacional 123. Un verdadero contraste al desarrollo turístico tan prometido por el gobierno provincial.