El pequeño cordobés de cinco años, que era buscado intensamente, fue encontrado en la localidad de Esquina, en Corrientes. Victorio debía ser restituido días atrás a su padre, pero esto no ocurrió, ya que existe una mala relación entre el hombre y su expareja.

 

 

El niño se encontraba con una familia de un paraje cercano a la localidad mencionada.

 

El fiscal de instrucción Ernesto De Aragón había ordenado distintas directivas en procura de dar con el paradero del niño, en el marco de un conflicto familiar por el que hay un juicio por la tenencia y el régimen de visitas propulsado por el padre.

 

Por la desaparición del pequeño, se ordenó ordenó la detención de la madre y la abuela del niño, además de un tercer sujeto.

 

La madre del niño fue imputada del supuesto delito de “impedimento de contacto reiterado”, mientras que la abuela -una reconocida abogada de la provincia mesopotámica- fue acusada por “sustracción de menores”.

 

Fuentes judiciales habían dejado entrever la preocupación existente ante la falta de colaboración de las detenidas, a pesar del parentesco directo con el pequeño, ya que el objetivo de éstas habría sido trasladarlo hasta la república de Paraguay.