Acaso se responsabilizará de esta situación a la “herencia”, sin asumir que esta administración radical tiene continuidad de gestión hace quince años, con el tándem Ricardo-Arturo-Ricardo, siempre el apellido Colombi ligado a un gobierno que ahora, a la luz de los hechos y de las estadísticas, se desnuda como la peor provincia argentina. No por culpas ajenas precisamente.
Corrientes es la última en cuanto a la valoración de sus empleados públicos, quienes tendrán un plus “extraordinario” de $1.300, abonándose recién en enero; en medio de sueldos consumidos por el hambre de sus destinatarios. La mayoría de los cuales están por debajo de la línea de pobreza percibiendo menos de $13.000 mensuales. Según el INDEC, nada menos, se necesita más que esa suma para no ser POBRE. Los policías correntinos en su amplia mayoría percibían hasta hace pocos días un promedio de $8.000. Ahora se conoció que otras administraciones provinciales abonarán en diciembre un plus extra que está entre los 5 y 7 mil pesos. Muy lejos del sueño correntino.
Corrientes es la última en cuanto a TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL, certificada por los organismos que se encargan de informar en contra de aquellos gobiernos provinciales que no son transparentes a la hora de publicitar sus cuentas públicas y sus actos de gobierno, económicamente hablando.
Llámese presupuestos, cuentas de inversión y las proyecciones o para qué se utilizan esos dineros públicos. Corrientes nunca publicó en ningún lugar, más allá de las exigencias normativas, ningún presupuesto y muchos menos explicó qué se hizo con él.
Corrientes es la última a la hora de pagar sus cuentas. Solo hay que remitirse a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Energético S.A (CAMMESA), a quien siempre se responsabilizó de todos los males correntinos y resultó que el gobierno radical sumó una deuda de $1.400 millones (ahora perdonada), cuando en realidad le estuvo cobrando compulsivamente al usuario correntino, todos estos años. Un principio de deslealtad comercial. No podes reclamar nada si no pagas nada. Y si no pagas nada, no podes exigir nada ante tus clientes cautivos.
Corrientes es la última también cuando se hace una evaluación nacional sobre niveles de alfabetización, mortalidad infantil y necesidades básicas insatisfechas. Demasiadas contrariedades para seguir sosteniendo que “Vamos para adelante”, “Vamos bien”, “Arriba Corrientes”. Cuando en realidad Corrientes está muy abajo en todo sentido. Casi como la peor de todas las provincias. Lamentablemente la realidad la golpea de frente.