A lo largo de las dos últimas décadas se observó cómo el salario real medido en dólares ha estado sujeto a diversos factores, como la devaluación, la inflación y las políticas cambiarias. Un informe de la Fundación Mediterránea da cuenta de esa evolución –o en todo caso, involución o retroceso– de los ingresos de los trabajadores del sector privado, incluyendo a los de Entre Ríos. El salario real sufre oscilaciones constantemente, por la inflación reinante (que en julio alcanzó un 113 % interanual) y los movimientos del dólar. En este informe se pone el foco sobre la divisa norteamericana.
Entre las particularidades que se observan del panorama, aparece la heterogeneidad que existe en el país. Así, tanto al dólar oficial como al dólar paralelo, son cuatro provincias patagónicas las que encabezan la nómina de mayores salarios en el sector privado formal: en primer lugar se ubica Santa Cruz (1.039 dólares al paralelo o blue), y le siguen Neuquén (969 dólares), Chubut (856 dólares) y Tierra del Fuego (735 dólares). En tanto, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra a continuación, en el quinto lugar, con 706 dólares.
En el caso de Entre Ríos, aparece en el lote de las más rezagadas: el salario promedio en el sector privado es de 431 dólares a valor blue –unos 300.000 pesos–. Detrás le siguen Catamarca (430 dólares); Formosa (398 dólares); Tucumán (395 dólares); Corrientes (382 dólares); Chaco (378 dólares); Misiones (374 dólares); Santiago del Estero (356 dólares); y La Rioja (339 dólares). Las otras provincias de la Región Centro que integra Entre Ríos tienen un salario promedio en dólares de 547 dólares en Buenos Aires; 515 dólares en Santa Fe; 466 dólares en La Pampa; y 458 dólares en Córdoba. El sector más preponderante en la economía formal de una provincia determina el nivel mayor o menor de los salarios privados en una zona: los petroleros dominan la Patagonia, con paritarias por encima del resto de las actividades, por ejemplo.
El estudio al que accedió UNO da cuenta de que en el país casi 6,5 millones de personas se desempeñan laboralmente en relación de dependencia en el sector privado, y logran beneficiarse de la protección de las leyes laborales y de los sindicatos, que acceden a los salarios más elevados (en promedio) y que con más éxito logran defender su poder adquisitivo.
Pero no representan una mayoría. Los asalariados privados registrados son apenas el 31 % del total de ocupados y el 29 % de la población activa (es decir, aquellos que trabajan o que están buscando trabajo en la actualidad). Los restantes son asalariados públicos (18 % de los ocupados), asalariados privados no registrados (24 %), cuentapropistas (22 %), patrones (4 %) o trabajadores sin remuneración (0,4 %).
Observando la evolución en las últimas dos décadas del salario privado formal a nivel nacional, medido en dólares, con la devaluación de 2002 la remuneración pasó de 833 dólares a 231 dólares en apenas cuatro meses, punto de partida para lo que sería una recuperación rápida y constante de esta variable, que continuó por casi nueve años (salvo un breve impasse durante la crisis de las subprime de 2008-2009).
En 2011 se impuso por primera vez en el período un cepo cambiario, lo que derivó en el surgimiento de un mercado paralelo del dólar blue). Así, el estudio remarca que medido al dólar paralelo, el salario abandonó una evolución positiva en 2011 y la tendencia pasó a ser negativa hasta fines de 2014. A comienzos de 2014 hubo una importante devaluación, que hizo retroceder a los salarios. En el estudio se indica también que entre 2015 y 2019 se observan dos períodos: el salario en dólares creció en los dos primeros años y cayó estrepitosamente en los dos subsiguientes, cuando la moneda sufrió una serie de costosas devaluaciones.
Y luego de cuatro años, en agosto de 2023 el salario de los trabajadores del sector privado registrados sería de apenas 531 al dólar blue. De acuerdo a algunas estimaciones a nivel internacional el sueldo promedio en dólares del sector privado en Chile es de 746 dólares y el de Brasil de 832 dólares. ElHeraldo.