Un grupo de rescatistas encontró terneros refugiados en una laguna. La Brigada de Control Ambiental del Ministerio de Ambiente de la Nación se encuentra en el territorio. "Corrientes duele", se lamenta un activista.

Los animales de fauna silvestre son, sin dudas, los más afectados por el ecocidio que arrasó 800 mil hectáreas de la provincia de Corrientes a causa de incendios. Algunos sobrevivientes continúan en zonas quemadas donde no hay alimento ni agua (como carpinchos y serpientes), otros tienen quemaduras en sus patas, y ante la destrucción del hábitat, hay serpientes que amenazan con morder a los perros.

Hace diez días, el activista Fernando Pieroni viajó desde Buenos Aires hacia la provincia sin ningún conocimiento territorial previo para comenzar a organizar centros de rescates de fauna silvestre. El objetivo era claro: recorrer la ruta 12 del oeste de la provincia, meterse caminando en el monte y buscar animales heridos que luego serían llevados al Centro de Conservación Aguará en Paso de la Patria, que depende de la administración del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés.

El panorama de los animales era tan desolador como la ausencia del Estado. Y entonces con su auto y dos amigos, comenzaron a hacer. A viajar, organizar, a hablar con los lugareños y salvar vidas.

En una de las recorridas, se encontró con una familia de carpinchos de la que sólo pudo agarrar a dos bebés. Tenían quemaduras, bicheras y olor a podrido por las infecciones. La escena fue demoledora: por falta de una camioneta lo suficientemente grande para trasladar a todos, tuvieron que elegir a quién salvar. Y las crías tenían más opciones de sobrevivir.

Un grupo de ratas famélicas corriendo hacia un fardo de alfalfa, un chancho quemado agonizando en el patio de una casa de campo, y tortugas de agua inmóviles sobre el suelo seco, fueron otras escenas dolorosas que el rescatista intentó paliar con su trabajo. Pero eso no fue todo. En 3 días, y con fondos de una colecta solidaria de 10 millones de pesos, logró comprar una camioneta Nissan 4X4 que quedó en poder de la administración pública.

Es que a pesar de la urgencia y de ser el único centro de atención provincial, no se destinaron mayores fondos provinciales. Solo en enero de este año, Aguará recibió a 70 animales, un número mayor a los tres eneros anteriores que suman en total 44 animales. En enero, llegaron otros 60.

Respecto al personal, hasta el domingo pasado trabajaban allí dos veterinarios y estaban planificando incorporar a tres más. Además, se sumaron voluntarios del Ecoparque porteño y Fundación Temaiken.

Reuniones

Mientras tanto, el ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, le pedía a la Secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales de la Nación, Beatriz Domingorena, que forme un equipo de rescate de fauna silvestre. Pasaban los días, y la funcionaria mantenía reuniones por Zoom con representantes de la Red de Veterinarios de Catástrofes (una enorme organización de privados que ponen sus recursos para curar animales) o con ejecutivos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad del Salvador (USAL) del Campus San Roque González de Santa Cruz. "No podían creer cómo estamos organizados", aseguró una de las voluntarias en diálogo con minutouno.com. Finalmente, Domingorena se encuentra actualmente en la provincia.

"Hay que mejorar"

El jueves 26 de febrero, minutouno.com se comunicó con la Directora Nacional de Biodiversidad Betania González con el fin de dialogar acerca del comunicado oficial del ministerio titulado "Ambiente lidera un equipo de rescate de fauna silvestre".

La funcionaria confirmó que un equipo del ministerio junto con el asesor Alejandro Licen había realizado un relevamiento del impacto del fuego en los animales dentro del Parque Nacional Iberá. Luego, ante la consulta sobre las acciones concretas que estaban realizando, aseguró que planeaban enviar bombas de agua para hacer lagunas y crear lugares de asistencia con la USAL. Mencionó, además, que llegaría a la provincia el equipo de Pro Tenencia.

"¿No habría que tener planeado un plan de contingencias frente a tales catástrofes para que no sea improvisado?", fue una de las preguntas. "No estamos improvisando, pero hay que mejorar y crear protocolos", contestó.

Así, a más de dos meses de iniciado el fuego, con 800 mil hectáreas quemadas y otras 189 mil de los Esteros del Iberá, todavía no se vislumbraban acciones tendientes a salvar individuos que padecían la masacre de especies en el humedal más grande de la Argentina.

Agenda oficial

El 25 de febrero, Domingorena participó de la reinserción de cinco tortugas marinas en Mar del Mundo junto a trabajadores de Mundo Marino. A orillas del mar, además, llamó a "no desechar basura en los mares y océanos”.

Dos días antes, frente a la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable en el Senado, la Secretaria aseguraba que "desde el principio y una vez que comenzaron los primeros focos", su comisión "permanente" estaba articulando con la provincia para conservar la biodiversidad para la "asistencia inmediata" de fauna silvestre.

También aseguró que tenían una "apoyatura muy fuerte" del ministerio de Salud de la Nación. Se refería a la decisión del director del programa nacional Pro Tenencia, Juan Romero, de enviar su hospital veterinario móvil para brindar primeros auxilios.


Sin embargo, no fue esa articulación la que logró que la empresa pública Corredores Viales, presidida por Gonzalo Atanasof bajo la órbita del Ministro de Obras Públicas de la Nación, les done un trailer móvil totalmente equipado para brindar asistencia primaria a los animales. La misma compañía se puso a trabajar codo a codo con el centro de rescate Aguará ni bien comenzó a ceder el fuego.

Falta tiempo, sobra dolor

El lunes al mediodía, finalmente, llegó a Santo Tomé -un pueblo del lado este de la provincia en la ruta 14-, una equipo de la Brigada Ambiental del ministerio de Ambiente formada por nueve profesionales. Los acompañaron rescatistas de la Fundación Tekove Mymba y juntos lograron salvar a un yacaré, una oveja doméstica y una ñacanina. Durante el martes y el miércoles continuaron realizando tareas de rastrillaje para encontrar animales. Esta dependencia viene teniendo una fuerte presencia en todo el país ante casos de urgencia y conflicto.

Este miércoles, además, el equipo de esa Fundación apagó un incendio intencional al lado de la Ruta 40, a las 21. En cuanto a la fauna, encontraron serpientes y carpinchos sanos que fueron reubicados en zonas no quemadas para que puedan subsistir.

Pieroni, por su parte, rastrilló un campo con más de diez vacas muertas. Muchas de ellas, incluso, yacían con sus terneros muertos al lado. La escena más conmovedora llegó segundos después, cuando en un lago pudieron ver a dos terneros refugiados en una laguna. El fiego los había atrapado, y entonces se tiraron al agua para escapar de las llamas. Sumergidos, solos, agonizando, miraron la llegada de Fernando. Pero si en Buenos Aires o Mar del Plata el tiempo sobraba, en la devastada Corrientes, el tiempo escaseaba. Y no hubo tregua.

" Ninguna de las dos que encontramos lograron sobrevivir. Llevaban ocho días agonizando, esperando que ese humano que las explota y manipula vaya a ayudarlas. Y me pregunto, ¿Dónde están esos funcionarios provinciales y municipales? ¿Me dicen qué hacen?", reflexionó.

Pasan los días, y quienes sí están en el territorio sienten el cansancio físico y psíquico. "Esa mirada tan expresiva quedó grabada en mi ser de por vida. Lamento mucho no haber podido ayudarlas. Espero que nos puedan perdonar, estamos haciendo mucho daño y no nos estamos dando cuenta. Corrientes duele y estoy cansado que así sea", agregó. Minuto Uno