El hombre alegó que sus turnos rotativos en el comercio, incluidos los domingos, no le permitían prever un horario fijo de visitas. Sin embargo, la jueza que intervino subrayó que esta situación no justificaba que el padre impusiera su disponibilidad unilateralmente, sin tener en cuenta las necesidades de los niños ni las obligaciones de la madre, quien también cumple un horario laboral similar.



Este jueves, el Poder Judicial informó la decisión de la jueza de Familia, Niñez y Adolescencia N°1 de Goya de no establecer un régimen de visitas a favor de un padre que solicitaba un esquema de comunicación "amplio y flexible" con sus tres hijos, basado en su conveniencia personal. El fallo destacó que dicho esquema afectaba la estabilidad emocional de los menores, especialmente de la hija adolescente con síndrome de Down.



La magistrada consideró que la petición del padre, regida exclusivamente por sus horarios laborales, generaba incertidumbre para los niños y sobrecargaba a la madre. El hombre alegaba que sus turnos rotativos en el comercio, incluidos los domingos, no le permitían prever un horario fijo de visitas. Sin embargo, la jueza subrayó que esta situación no justificaba que el padre impusiera su disponibilidad unilateralmente, sin tener en cuenta las necesidades de los niños ni las obligaciones de la madre, quien también cumple un horario laboral similar.



Los testimonios de los hijos, R. y F., fueron determinantes en la resolución del caso. Ambos expresaron su deseo de ver a su padre, pero resaltaron la incomodidad generada por la falta de previsión en las visitas. "Mamá se enoja con él porque viene sin avisar, y no nos dice a qué hora va a venir, ni qué día", manifestaron los chicos, evidenciando el impacto negativo de la incertidumbre en sus vidas.



Para compensar la falta de compromiso por parte del padre, la jueza Racigh tomó medidas adicionales. Ordenó la inhabilitación temporal de su carnet de conducir y le prohibió el acceso a eventos públicos hasta que presente un plan adecuado para la vinculación con sus hijos. Asimismo, le impuso el pago de los gastos administrativos del juicio.



La jueza enfatizó que un padre debe tomar medidas activas y responsables para mantener el contacto con sus hijos, y no puede limitarse a exigir un régimen de visitas que se ajuste únicamente a su conveniencia. Además, señaló que insistir en un esquema "amplio y flexible" sin ofrecer alternativas claras, como horarios para llamadas telefónicas o video-llamadas, solo perpetuaba el conflicto familiar y generaba más cargas para la madre.



Por último, Racigh advirtió al abogado del padre sobre el uso inapropiado del lenguaje, al referirse a los hijos como "menores", y recordó la importancia de priorizar el bienestar de los niños sobre los intereses personales de los padres en este tipo de casos.