“Hay que ser cuidadoso”, dijo el intendente sobre los controles a puesteros en pleno microcentro de la ciudad. No definió qué hacer ante el requerimiento de los comerciantes. La situación de fondo es determinante para evitar controles y expulsiones de los comerciantes informales.

El Poder Ejecutivo comunal de la ciudad de Corrientes se encuentra ante una disyuntiva, el reclamo de los comercios de la Peatonal Junín por la presencia cada vez más números de vendedores ambulantes y la acuciante situación social que empuja a la gente a salir a la calle.

“Vamos a retomar controles sobre esto”, dijo el intendente de la capital este último martes. “Hay gente que vive de eso. Tenemos que ser muy responsables y hay que tener cuidado en el impacto que genera todo esto”, afirmó el jefe comunal.

Se debe a que a la par del avance de la crisis económica y social, los frentistas comerciales de la Peatonal elevaron su queja ante la cada vez más presencia de vendedores ambulantes.

Especialmente en los horarios picos, los fines de semana y para fechas comerciales importantes, como ser el día del padre. Ahora se aproxima el día del amigo (20 de julio).

La peatonal se llena de comerciantes informales que, al entender de los frentistas, es una competencia desleal en el rubro. La municipalidad capitalina habló de “controles puntuales” sobre la venta ambulante y admitió que la situación social “es delicada”.