Locales

Corrientes: quejas de vecinos por ruidos molestos de un bar céntrico

La problemática de los ruidos molestos no cesa y esta vez quedó expuesto el caso de un reconocido bar ubicado en el macrocentro capitalino, que funciona de martes a domingo y está rodeado de casas y edificios de departamentos, cuyos habitantes sufren casi a diario los efectos de la música a alto volumen.


El establecimiento en cuestión está ubicado por calle Rivadavia al 1.600, justo en el límite de los barrios Centro y Libertad. Se trata de una franquicia de una reconocida cervecería nacional, donde los clientes pueden, además de beber, comer y escuchar música, en algunos casos con DJs y bandas en vivo.


Precisamente, la música sería lo que más afecta a los vecinos, según relató una de las presuntas damnificadas, identificada como Soledad Sosa, en declaraciones a radio LT7.


«Estamos padeciendo los ruidos molestos desde que abrieron, en 2021. Yo vivo al lado del bar con mis padres, pegados a la medianera. Primero funcionó un local muy parecido con otro nombre, que luego cerró y volvieron a abrir otro bar con algunas modificaciones y desde entonces estamos padeciendo la música fuerte. A nosotros nos vibra la casa, porque utilizan bafles que ponen del lado de nuestra casa», relató la mujer.


«Anoche, por ejemplo, tocó una banda en vivo y el ruido se escuchaba desde varias cuadras. Yo caminé hasta Moreno y España, y hasta ahí se escuchaba. Para nosotros es imposible estar en nuestra casa los fines de semana», describió. Y agregó que las noches en las que no hay bandas en vivo la convivencia se hace más tolerable, porque el ruido es menor.


Con angustia y al borde del llanto, la vecina dijo: «Anoche (por el domingo) mis padres no podían escuchar ni la televisión en el living de la casa. Es inaguantable, la estamos pasando muy mal, me estoy volviendo loca. Ya no sabemos qué hacer, porque ya hablamos con la gente del lugar, de buena manera, de mala manera, de todas las formas que te puedas imaginar, y no hay solución».


Respecto al accionar de los encargados del bar, mencionó: «Ellos nos dicen que hacen todo lo posible para no molestar; avisan cuando van a hacer un show como el de anoche. Ayer a la tarde fui un rato a la Costanera a despejarme. Cuando me llegó el mensaje de que la banda iba a tocar, y yo ya sabía que banda era, me empezaron a temblar las piernas, no quería volver a mi casa. Yo sabía que al volver iba a ser una tortura, sea una hora o dos».


Otra vecina, de 78 años, que vive frente al establecimiento, también se quejó de la situación. «Yo vivo enfrente, y hablé varias veces con el encargado del tema de la música. Tenemos 78 años, queremos descansar. Anoche fue el desastre más grande, de 20 a 23. Ni el noticiero pudimos escuchar», afirmó.


PROYECTO



En este contexto, vale recordar que avanza en la Legislatura provincial un proyecto de ley que habilitaría la incautación de equipos de audio a quienes emitan ruidos molestos violando el Código de Faltas.


Se trata de una iniciativa presentada por la Defensoría de los Vecinos de la ciudad de Corrientes y que ya logró media sanción, por unanimidad, en la Cámara de Diputados.


El proyecto de normativa plantea que «en caso de que el infractor sea reincidente, la autoridad de aplicación del presente Código, podrá proceder a la retención, secuestro y/o decomiso del o los bienes (dispositivos de sonido, amplificadores, reproductores de música o similares) encargados de producir los ruidos molestos».


Además, el texto plantea que «la conducta de una persona que produce contaminación ambiental por ruido y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por encima de los 85 a 90 decibeles, genera riesgos de tener trastornos auditivos elevados». Y agrega; «La exposición durante mucho tiempo a un ruido superior a los 80 decibeles puede provocar, no solo problemas en la audición sino también otras consecuencias: alteraciones del sueño y el ritmo respiratorio, taquicardia, náuseas, trastornos digestivos, gastritis, cefaleas, irritabilidad, disminución de la potencia sexual, disminución del rendimiento laboral e intelectual, entre otros».





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