El precio de los alquileres no para de subir y la actualización para los que renueven sus contratos este mes tendrá un porcentaje prácticamente inédito. Con un salto superior al que venía teniendo la tarifa en el último tiempo, en noviembre la cifra es del 73,12 %. El índice -que es definido por la Nación de acuerdo a diferentes variables como la inflación- tomó por sorpresa a muchos, mientras que otros ya esperaban un impacto semejante.

En diálogo con República de Corrientes, el presidente de la Cámara Inmobiliaria de la Provincia, Marcelo López Ortiz, confirmó la nueva cifra de actualización, que representa un salto de casi seis puntos porcentuales si se toma en cuenta el 67,31 % del mes pasado.

"Muchos se sorprenden, pero la verdad es que no hay prácticamente problemas porque la gente entiende cómo suben los precios", dijo el referente del sector.

Lo que sí sucede en los últimos meses, aunque no de manera masiva, es que algunos inquilinos preguntan por opciones más económicas a medida que se acerca la fecha de renovación. Desde la Asociación de Inquilinos expresaron que los precios son "cada vez más impagables" y que la mudanza a un lugar más pequeño o a una zona más alejada del centro termina siendo una alternativa casi obligada para muchos que no pueden sostener el pago mensual.

Recorte

Más allá de esto, desde las empresas señalaron que "la vivienda es algo tan elemental que muchos seguramente decidirán recortar otros gastos pero sostener el lugar donde viven". La mudanza, además, implica una maniobra importante y gastos elevados, como también seguramente una adaptación a la rutina diaria que tienen las familias.

"No hay un sector más afectado que otro, familias numerosas o de pocos integrantes, personas solteras, todos sufren esto y en realidad depende directamente del nivel de ingresos que manejen", expresó López Ortiz.

En cuanto a los precios, siguen siendo muy variables de acuerdo a la zona, la amplitud del lugar y varios otros factores que influyen directamente en la tarifa que paga el inquilino. El valor medianamente estándar era hasta ahora de alrededor de $ 26.000, pero con la actualización de noviembre esa cifra asciende a cerca de $ 45.000.

Con los precios elevándose a este ritmo, el mayor temor tanto de las inmobiliarias como de los inquilinos es que el porcentaje termine por complicar el pago y cada vez más familias no puedan hacer frente a la cuota.

Hasta el momento, y a pesar de las serias dificultades, las empresas destacan que hay un porcentaje de mora muy bajo.