El puente internacional Santo Tomé – San Borja colapsa a diario por la cantidad de brasileños que cruzan a suelo argentino-correntino para hacer compras, ya que el cambio monetario les favorece. Vino, dulce de leche y gastronomía es en lo que más gastan. El poco personal de migraciones provoca demoras en el cruce.
En pocos días más se debe definir además si la administración del puente pasa a manos estatales o sigue en la órbita privada.
Sobre el Puente “De la Integración” en materia de tráfico vecinal el flujo de brasileños que van para Santo Tomé se da en torno a los 300 automóviles por día en promedio y de Argentina hacia San Borja alrededor de 80 vehículos diariamente.
Los comerciantes de Santo Tomé explicaron que aparte del tráfico vecinal está el tráfico de cargas y los lunes son los días que más camiones hay en el Centro Unificado, eso sumado al movimiento vecinal que es importante en estos días hace que existan algunos conflictos. O sea, tenemos el flujo de automóviles y el de los camiones.
Por eso las demoras que se producen en el viaducto internacional sobre el río Uruguay.