La cámara nacional que agrupa a unas 400 instituciones de la salud privada, como clínicas, sanatorios, laboratorios y hospitales, Adecra+Cedim, advirtió que existen unas 5 mil instituciones particulares al borde la quiebra “en cuestiones de semanas”, al concluir la emergencia sanitaria dictada hace 20 años.

La situación, destacó la asociación, pondría “en peligro la atención de miles de centros de salud en cuestión de semanas”.

Desde la cámara, indicaron a través de un comunicado que el sector atraviesa una “pandemia económica” que, justamente, se profundizó con la pandemia de coronavirus en 2020.

La agencia declara que “de continuar esta situación, cerca de 300 mil trabajadores registrados correrían el riesgo de perder su fuente de trabajo y de percibir sus haberes mínimos al momento de jubilarse”.

La situación se agravó con la sanción de la Ley Bases que propuso el Gobierno de Javier Milei, al dejar  sin efecto la emergencia sanitaria que se dictó, junto con la emergencia económica, en medio de la crisis de 2001.

La emergencia se mantiene hasta la actual y, entre otras cosas, permitió que durante ese largo período, las empresas no pagaran las contribuciones patronales correspondientes.

Según publicó Infobae, “sólo un grupo muy pequeño de las empresas más grandes continuó pagando, al menos hasta la pandemia”, mientras que el resto acumuló una deuda multimillonaria en ese concepto. Ese esquema que permitió dejar de abonar las contribuciones a cargo del empleador dejará de funcionar el 31 de diciembre próximo.

“Es deuda impagable. Si no se negocia, muchas, pero muchas las empresas van a quebrar. No se puede sostener. No pueden afrontar las cargas corrientes, mucho menos la deuda”, le dijo a Infobae Jorge Cherro, presidente de Adecra (Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina) y vicepresidente de la UAS.

“Es algo que hablamos con todos desde hace años, pero nadie lo resuelve. En el camino cierran muchas empresas del rubro: en el interior de Córdoba y Santa Fe, por ejemplo, casi no hay sanatorios privados”, sostuvo el empresario.

Además, explicó que “el Gobierno está al tanto, obvio. El ministro de Salud (Mario Lugones) es del sector. Nos dicen que están trabajando, pero los tiempos de ellos, los burocráticos, no son los nuestros. Atendemos a todos, no sólo a los privados: sin nuestro eslabón colapsará todo el sistema de salud”.

Para las autoridades de Adecra+Cedim, “la problemática planteada es el corolario de una crisis de largo arrastre. Los prestadores de salud privada en su conjunto, que atienden la salud de más de 30 millones de personas en Argentina (afiliadas a Pami, obras sociales nacionales y provinciales y empresas de medicina prepaga), vienen sufriendo un lento y continuo deterioro económico-financiero, que se agudizó en pandemia, flagelo del que aún hoy no se ha podido recomponer el capital de trabajo”.

La cámara también señaló que “el congelamiento de los aranceles durante 2020 (en plena pandemia), la inflación y las sucesivas devaluaciones han puesto en jaque a las instituciones” del sector privado de la salud.

El Gobierno estableció un plan de pagos extraordinario para saldar esos pasivos, pero las empresas lo definieron como insuficiente. “Asimismo, el sector de la salud pública, lógicamente, no estaría en condiciones de absorber la demanda de atención que dejaría el sector privado, lo que pondría en seria tensión al sistema sanitario. Es por esto que resulta imprescindible consensuar medidas urgentes que permitan una salida ordenada a la crisis descripta”, pidieron.