Opinión del Lector

¿Cuándo piensa educarse la Argentinidad? Quizás cuando sea demasiado tarde

Hoy, me he propuesto trazar algunas pinceladas sobre un ítem que ya abordé en pretérito, acaso demasiadas e intoxicantes veces; sin perjuicio que al repasar fugazmente la agenda de todos estos pedorristas & retrasados mentales, sean estos, pregoneros del oficialismo o afines a Macricio, pienso que es tiempo de darme por vencido.

En una dirección paralela, también observo y con un creciente estupor, la carátula tan lamentable del "carlitos" de Kretina, ergo, quien se supone es el Uno: El Presidente Fernández.

Con su rol abrumador y tan desprovisto de una infinitesimal pátina de autoridad.

Dicen que se encuentra muy proclive a cambiar el gabinete, esto es, despachar a parte de una cáfila para darle el sitial a otra igual.

Y según me comentaron, con un tipejo -Manzur-, devenido en archimillonario y socio de los Alperovich, como principal referente de una nueva ola de inmundicias, sobornos y del peculado, todo.

En otro estanco compartimento, los K, siguen siendo de la idea que el retorno pleno a sus esteralidades es inminente.

Hasta el zabeca de banfield, mecenas e instalador de Alverso, le recriminó recientemente, no permita que la mina lo pisotee, así, a la vista de todos.

Y este salame ha optado responderle a su protector y a todos los demás, con una producción en la tapa de Gente.

Es decir que además de boludo, es de la íntima convicción de solazarse cual un cholulo.

En la firme e irreductible creencia que, mientras los gordos de Azopardo y Moyano, hagan de su ficta guardia pretoriana, su suerte no correrá peligro.

El resto del Orbe, empero, no se encuentra en una optimalidad superior a la nuestra, pero a todos los demás gobernantes, por igual los desvela una Pandemia que, recién está comenzando a irradiar una realidad que se extenderá por décadas.

Y nosotros cada vez más embarrados dentro de un limbo peronista que se extinguirá muy luego que esta virosis desaparezca.

Una lectura y demasiado sesgada de este tablero repleto de mierdas, radicales, de Cambiemos etc, podría indicarle a alguien demasiado capcioso y rebuscado que, en el fondo, la estrategia albertista, es satisfacer y saciar la vanidad de su Vice, otorgándole protagonismo.

Y en la paralela, darle power a cierto sector de Comodoro Py, para que la sigan aturdiendo con la continuidad de los eternos juicios orales que, en lo que a mí respecta, jamás serán celebrados.

Como la verdad y la realidad sean ciertamente, lo sustantivo es otra cosa; esto es, un Estado muerto y sepultado, y sólo apto para que lo sigan bolsiqueando los oficialistas y en la vereda de enfrente, una argamasa de imbéciles, con una abanderada como Carrió, por lejos, el emblema de la medianía y la mediocridad que, otorga a la existencia de los perucas, una justificación, un propósito cierto y por demás justificado.

Como el resto de la Hispanoamérica, nuestro denominador común es ese mal olor que destilan todas sus dirigencias, y también sus pobladores.

Pudimos escindirnos de toda esta mersa latinoamericana, pero perdimos ese último bondi en 1943.

Cuando otra casta de ignorantes, como los militares que secundaron a Perón con el GOU y todo aquél onanismo nacionalista, interrumpieron el alcismo hacia el infinito que los Conservadores, entendían que tendríamos cuando la segunda guerra culminara.

Y nos hubiésemos investido como los exclusivos acreedores internacionales de todo el Primer Mundo.

Me conformaría con que, un reducido puñado de Compatriotas, entendiese que el justicialismo es una creación artificiosa del Departamento de Estado de aquí en WDC, y precisamente como un paliativo de ese podio del que nos arrebataron con el derrocamiento de Ramón S. Castillo, alguna y aunque muy peregrina fuese, tendría y apostaría por una esperanza, por muy diminuta que ésta fuese.

¿O acaso creen que esa muletilla del Braden o Perón del 45 fue de pedo ?

En una línea diametralmente opuesta, si como la mayoría lo asiente, el fenómeno peronista, nació y conoció la acrisolada luz porque emergió de la nada y como un espontáneo movimiento popular y libertario, esta conjuntiva argamasa de pelotudos que ocupa toda la grilla de la opinión pública predominante, ninguna, ni la más remota de las ilusiones en pos de civilizarnos será plausible.

Y además, para extractar algo de paja al trigo ¿son tan responsables los peronistas de robar y encanutar todo a su paso desde 1946 hasta nuestros días?, ¿o más bien, tienen una consonancia de culpabilidad objetiva, los supuestos némesis que, dicen haberlos combatido? -léase la Libertadora, Onganía, Levingston, Lanusse y el Proceso-.

Si cualesquiera de nosotros, no traba las puertas de nuestra casa en la nocturnidad, y uno o varios antisociales, ingresan a apoderarse de lo nuestro, sería de toda necedad, atribuirle al crecimiento de una ola delictiva esos pesares.

Lo mismo aconteció, sucede y pasará en estas heces políticas con futuras elecciones.

Y pensar que esos primeros destellos de nuestra antipatriótica conducta colectiva, debemos de retrotraerla a la unción de San Martín -libertario de Chile, Bolivia y Perú-, como Padre de la Patria.

Cuando los Pueblos nacen al calorcito de la ausencia de Líderes Patrióticos, estas cosas son en demasía frecuentes.

Les sucedió a los rusos, muchísimo antes que a nosotros, a poco de colegir que nada recuerdan del zarismo que los gobernó por centurias y bañados en la infamia de excesos y esclavismos.

Para nosotros fue mucho muy sencillo, si detectamos tanto a Rivadavia, como a su supuesto enemigo, cuando el primero fue el autor intelectual de regalar la Banda Oriental, y el segundo -campeón del Federalismo- la entregó formalmente.

Después todo fue más fácil; primero Rosas y sus amigos que, manejaron a la Patria, como una enorme Estancia; luego Yrigoyen y después...ya se sabe no?.

Por eso, cuando uno de estos gomas, sean del Grupo Clarinete/Saguier o en las antípodas, López, Eurnekian, Vila, Pierri, Crónica, se imantan y tan groseramente como los exégetas de la conciencia nacional, primero siento tanto asco como ajena vergüenza.

Para, finalmente, dar los últimos pasos hacia una inexorable resignación.

Lo que lenta pero inexorablemente, antes de formalmente rendirme, cada tanto me conduce a una de mis habituales y lacónicas preguntas...

¿CUANDO PIENSA EDUCARSE LA ARGENTINIDAD?. QUIZÁS CUANDO YA SEA DEMASIADO TARD

Autor: Carlos Belgrano

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