Policiales

¿Cuánto factura por día la banda "Los Monos"?

Crédito: 3105

A Fernando Corso –o El Gordo Pel, como lo conocían en la zona sur de Rosario– lo hallaron enterrado en un descampado, gracias a un llamado anónimo. Quienes filtraron el dato sabían por qué estaba allí: su jefe lo había pasado por una sierra de carnicero y lo había hecho sepultar.

 

Aquel crimen cumple 12 años: fue cometido en 2004 y fue un eslabón clave de la sangrienta disputa que desde fines de los años noventa protagonizaban dos bandas de Rosario: “Los Monos”, liderada por la familia Cantero, y “Los Garompa”, encabezada por ‘El Gordo Pel’. La guerra dejó, por aquellos años, entre 20 y 30 víctimas. Y tuvo un ganador: Ariel “El Viejo” Cantero.

 

Un año antes, Cantero había tomado el poder de “Los Monos”. Se trataba de una organización familiar que importaba y comercializaba marihuana, entre otros negocios ilícitos, y que llegaría a ser la más poderosa de Rosario.

 

Allegados a la banda aseguran que hoy su recaudación supera los 100.000 pesos diarios de ganancia neta. Ese dinero incluiría no sólo las drogas –desde marihuana hasta cocaína y paco –, sino también la “protección” pagada por otras bandas.

 

El liderazgo de la organización pasó con el tiempo del “Viejo” Cantero a dos de sus hijos y a un hijastro: Claudio “Pájaro” Cantero, Ariel “Guille” Cantero y Ramón “Monchi” Machuca (hoy prófugo).

 

 

El asesinato de “Pájaro” Cantero, el 26 de mayo 2013, fue lo que comenzó a recortar el poder de la banda. Al crimen le siguió una decena de asesinatos en venganza, que incluyeron entre las víctimas al padre y a dos hermanos del narco al que “Los Monos” le atribuyen haber dado la orden: Luis “El Pollo” Bassi (hoy preso).

 

Lo que ocurrió fue que la oleada de crímenes llamó la atención pública y aceleró una investigación que desnudó, entre otras cosas, la protección policial que tiene la banda y la magnitud de sus negocios. Como parte de los allanamientos que se les hicieron se secuestraron autos de alta gama, lanchas y mansiones, incluida una de tres hectáreas que incluye una caballeriza, siete habitaciones –tres de ellas, con jacuzzi– y una pileta diseñada con la silueta del ratón Mickey.

 

 

La banda diversificó su dinero en una pequeña flota de taxis y hasta en futbolistas. En 2014 cayeron 35 de sus integrantes –incluido “Guille” Cantero– por delitos comunes. Recién a fines de 2015 se los empezó a investigar por tráfico de drogas, en la causa que ahora motivó el traslado de los cabecillas a Ezeiza. Se cree que, aún entre rejas, siguen manejando el negocio narco. Su encierro no ha detenido tampoco los asesinatos.

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