La nadadora concluyó el recorrido de 70 kilómetros. Fue la segunda edi­ción de la travesía. En 2019 Nicolás Se­gurado también concretó el desafío.


Se concretó una nueva edición de la maratón acuá­tica que unió las ciudades de Itatí y Corrientes, y esta vez fue la nadadora rionegrina Daira Marín la que cumplió con éxito el desafío de reco­rrer 70 kilómetros en la mo­dalidad de aguas abiertas.

El evento, organizado por el atleta Nicolás Segurado, que había completado el recorrido en 2019, tuvo el apoyo de la Secretaría de De­portes provincial y la Muni­cipalidad de la Ciudad de Co­rrientes; además se realizó bajo estrictos protocolos de seguridad e higiene debido a la pandemia de covid-19, por ello se cuidó que se respete el distanciamiento social y se exigió el uso del barbijo a todas las personas que se acercaron a ver la llegada de la nadadora, que aceptó el desafío con el fin de concien­tizar sobre la necesidad de cuidad el medioambiente.

Marín salió desde Itatí a las 8.57 y arribó a nuestra ciudad a las 19.14, ya sin luz natural, pero pese a la imposibilidad de poder apreciar su llegada, el pú­blico no se retiró del lugar y acompañó con aplausos y palabras de aliento el momento en que pasó la línea de meta.

La falta de luz natural puso en riesgo la compleción de la travesía, Prefectura Naval advirtió la situación para finalizar la prueba, pero el personal de la fuerza de se­guridad nacional, apoyado por el compromiso y profe­sionalismo de las embarca­ciones de apoyo sumado al deseo de la nadadora, eva­luaron la distancia restante (Marín ya estaba en zona del Puente General Manuel Belgrano) y optimizaron las medidas para que se pueda concretar el arribo a la playa Arazaty.

Al llegar Marín dialogó con NORTE de Corrientes tras haber alcanzado el objetivo: “La verdad es que estoy muy agradecida con todos los que me acompañaron y con la organización encabezada por Nico (Segurado)”, dijo. “Completar 70 kilómetros es un gran desafío y hubo mo­mentos en los que sentí algu­nos dolores, pero los trans­formé en motivación y me dieron gran fortaleza para cumplir con la travesía. Los dolores los sentí en la mitad del recorrido, pero la gente que me alentó desde la costa renovó mis fuerzas, y saber que estaba cerca también me sirvió para no decaer”, agre­gó.

Para finalizar, la atleta rionegrina, Nº 4 del ranking mundial de la especialidad aguas abiertas, que comenzó a practicar natación a los 4 años de edad y tuvo su pri­mera competencia a los 17 años, aseguró que se sintió bien al haber nadado por pri­mera vez en las aguas del río Paraná y reconoció sus “ga­nas de volver”.

Esta maratón acuática estuvo programada para marzo de 2020, pero por la pandemia se postergó para este año.