El actual embajador en Brasil oficializó su desembarco en la arena política que dirimirá la candidatura presidencial para las elecciones de este año. Lo hizo a través de un escueto mensaje en sus redes sociales.

El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, publicó un mensaje este martes en el que cristalizó sus intenciones de participar en la contienda electoral del 2023 en el Frente de Todos, en medio de las fuertes tensiones internas dentro el oficialismo.

Lo hizo a través de un breve mensaje publicado en sus redes sociales. “Acá estoy. Soy el Daniel de siempre, con más fe y esperanza que nunca. Cuentan conmigo. Yo cuento con ustedes”, afirmó.

“Representar a mi país ante una de las economías más pujantes del mundo y trabajar para facilitar la integración, reafirmó mis convicciones sobre nuestro potencial productivo, la capacidad creativa de nuestra juventud, la solidez de nuestros profesionales y la creciente puesta en valor del atractivo turístico de la Argentina. También me puso en contacto con las últimas innovaciones de la economía del conocimiento, la robótica y la inteligencia artificial; el despliegue de las energías renovables, la minería y los agroalimentos pensando al empresariado pyme como el gran agente de transformación productiva”, escribió el embajador en Brasil.

En tanto, agregó: “Hoy me siento con fuerza y energía para trabajar aún más por mi país, por el sueño de una Gran Argentina que fue el que inspiró mi vida deportiva y cada una de las responsabilidades para las que me eligieron por el voto popular”. “Acá estoy. Soy el Daniel de siempre, con más fe y esperanza que nunca. Cuentan conmigo. Yo cuento con ustedes”, cerró.

Después de difundir este mensaje, cerca de Scioli explicaron a TN: “Daniel dio definiciones importantes de cara a lo que viene. Está en la cancha electoral”. Y detallaron que “seguramente haya más definiciones hacia adelante”.

Se acrecienta la disputa interna en el Frente de Todos

El sorpresivo anuncio se produjo cuando la interna oficialista alcanza un pico de tensión salpicada por una pelea entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Kirchner. Desde el cristinismo presionan para que el mandatario baje su candidatura presidencial.

El exgobernador bonaerense busca mostrarse como una pieza que termine de armar el rompecabezas que gira en torno a la lucha por las candidaturas en el oficialismo. Cree que su nombre puede constituirse en un aglutinador que amalgame las distintas posturas y sectores dentro de la alianza.

La disputa se viene acentuando desde que se reunió la mesa política del Frente de Todos el jueves de la semana pasada. Allí el kirchnerismo impuso como temario la supuesta proscripción de la vicepresidenta y encolumnó a todo el oficialismo detrás de este reclamo.

La Cámpora busca que esta presunta proscripción de la titular del Senado sea el eje de la campaña y en el albertismo rechazan esta estrategia. En la intimidad, Alberto Fernández sostiene que Cristina Kirchner no está proscripta y que nada le impide ser candidata a presidenta -si así lo quisiera- en estas elecciones.

En ese marco, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, planteó que la expresidenta puede ser candidata. “No está proscripta hoy”, insistió al plantear que “la legislación hoy no indica que esté proscripta”.

Sin embargo, admitió que “las condiciones en las cuales la dejan como candidata no son buenas para competir”. El ministro se refería a la condena a seis años de prisión recibida por la vicepresidenta en la causa Vialidad, que investigó la corrupción en la obra pública durante sus mandatos. El fallo, que aún no está firma, la inhibe para aspirar a cargos públicos.

Enseguida, el diputado oficialista, Eduardo Valdés, salió a cruzar al ministro y lo acusó de “hacer daño” a la coalición y de ir “en contra” de lo que resolvió la mesa política del Frente de Todos.