Desde el sector reconocen que el escaso número de móviles que circulan genera problemas a la hora de cubrir los pedidos desde hace varios meses, pero no anticipan una pronta resolución.

El servicio de remises en la capital correntina atraviesa una difícil situación y, con el aumento de demanda típico del mes de diciembre debido a las fiestas, el sector espera una profundización de los conflictos que se generan por la poca cantidad de unidades disponibles.

“Estamos complicados”, sentenció el presidente de la Asociación de Remises de Corrientes, Juan Castillo, en diálogo con El Litoral.

Consideró que “en diciembre siempre aumenta la demanda y con ello se complica el panorama” y agregó que también “puede llegar a bajar la cantidad de vehículos disponibles”.

Luego, en enero, se estima que la situación mejore levemente por una baja en la demanda de los usuarios.

Con mil unidades menos en circulación, los correntinos y correntinas deben afrontar esperas más prolongadas que las usuales, a veces de hasta 45 minutos.

Tal demora se agrava, especialmente los domingos, con aún menos unidades circulando, y durante los horarios nocturnos, con el reflote masivo de las actividades recreativas y cientos de personas reuniéndose en domicilios privados.

El presidente de la asociación que nuclea a los remiseros relacionó la falta de unidades con graves conflictos en la rentabilidad.

“La oferta decayó de esta manera por los altos costos en el mantenimiento de los autos y también a la hora de adquirir uno”, explicó Castillo.


En tal sentido, el hombre detalló que, comprar un auto usado, sale cerca de un millón de pesos, monto que recién en cuatro años de trabajo un remisero podría paliar y recuperar la inversión.

En el camino, además, se le suma el costo de mantenimiento de la unidad.

Respecto a ello, el hombre indicó que el costo “es relativo” y ejemplificó que “si hay que cambiar las cuatro cubiertas, se necesitan entre $60.000 a $80.000”.

“Es algo insoportable en lo económico”, sentenció el presidente de la asociación.

Por otro parte, aquellos que alquilaban coches para trabajar en el servicio de transporte de pasajeros no están en condiciones de hacerlo, no solo en lo que respecta a las licencias sino porque muchos dueños de autos decidieron dejar de alquilarlos y los sacaron del rubro.

“Llevará un buen tiempo aumentar la oferta a causa de la rentabilidad”, indicó Castillo.

Actualmente hay poco más de 2.000 móviles registrados para realizar la actividad, de acuerdo con los padrones.

Según Castillo, este número significa un 35% de los coches que circulaban antes de la llegada del coronavirus.

Con respecto a las demoras, el referente de los choferes de remises señaló que será necesario que quienes deseen contar con el servicio deberán tomar recaudos para solicitar móviles con bastante anticipación y, así, no llegar tarde a sus compromisos.

“La gente va a tener que tenernos un poco de paciencia”, expresó Castillo.

En la provincia

Castillo expresó que el problema en la relación de oferta y demanda no es solo un asunto que se observa en la capital correntina, sino que se replica en todo el territorio provincial.

“En la ciudad de Goya, por ejemplo, solo se quedan 8 unidades durante el horario nocturno”, detalló y consideró que “aunque las grandes ciudades se ven más afectadas, la situación es general”.