Política

De la mano de Macri, Peppo todavía tiene la chance de otros cuatro años

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Hace dos semanas el periodista Carlos Pagni en el canal LaNacion+ analizaba el sello que los gobernadores pusieron al Presupuesto 2019. El espaldarazo con que los mandatarios peronistas garantizaron que el presidente Mauricio Macri tuviera en paz la reunión del G20 en Buenos Aires.

 

Casi todas las provincias “opositoras” obtuvieron a su vez compensaciones dinerarias otras, como el Chaco aparentaron un mal negocio. Nada de recursos extrapresupuestarios, apenas una garantía de que habrá autorización nacional para la toma de empréstitos que la Legislatura local tiene autorizados pero que no pudieron transformarse en recursos por el complicado panorama financiero que vive el país.

 

Sin embargo, el premio mayor celebrado por todas las partes fue el acuerdo electoral que permitiría que todos los mandatarios, el nacional y los provinciales, plantaran las bases para clarificar bastante el panorama con miras a su reelección.

 

Básicamente, lo que sobrevuela en las cláusulas no escritas es que el gobierno nacional no tendrá presencia en las provincias, y que por su lado, las provincias adelantarán sus calendarios electorales para no traccionar al momento de la elección presidencial.

 

El primero en hacer rodar el acuerdo fue el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, que necesita para eso modificar la ley electoral en su provincia, si quiere votar en mayo de 2019, como anunció públicamente hace una semana.

 

El radicalismo cordobés todavía está mascullando bronca. Y se trata de sector de la UCR importante en el esquema nacional, que tiene al presidente del Bloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados, Mario Negri, y que casi pateó el tablero interno cuando un acuerdo entre el Frente Renovador y el kirchnerismo le birlaron su lugar en el Consejo de la Magistratura.

 

Córdoba fue la provincia en la que Macri sustentó su triunfo. Poco puede esperar entonces el candidato prácticamente seguro del radicalismo chaqueño, Carim Peche. Las fechas electorales por Constitución no pueden coincidir en esta provincia. Pero una prescindencia complicaría aún más la estrategia opositora en el Chaco.

 

No parece casual que también hace una semana el gobernador Domingo Peppo haya expresado su acompañamiento a los candidatos que puedan surgir del espacio que pretende recrear la angosta calle del medio (antigua avenida), especialmente al salteño Juan Manuel Urtubey, que comparte lugar con Schiaretti.

 

Mucho menos que hace una semana ARESCO, la consultora de Julio Aurelio, histórica encuestadora del peronismo y que también mide para el macrismo le comunicara al gobierno nacional por primera vez que Cristina Fernández si volviera a ser candidata se impondría a Mauricio Macri, en primera y en segunda vuelta, y que Sergio Massa (el único de la calle del medio que mide, apenas alcanza el 10%).

 

Incluso María Eugenia Vidal sabe que la ex presidente pesa y mucho en el conurbano y podría adelantar los comicios en la Provincia de Buenos Aires. No quiere exponer su reelección a la tracción que pueda tener Cristina y la contienda presidencial en los intendentes del PJ.

 

Después lanzar su reelección en Villa Ángela con la excusa del día del militante Peppo fue a fotografiarse con otros gobernadores apoyando a la Mesa de 4.

 

Este esquema cierra con la reedición de la disputa Leandro Zdero-Jorge Capitanich. El actual intendente se ve más propenso buscar cuatro años más como intendente de Resistencia, dejando huérfanos a los intentos locales de Unidad Ciudadana y las esperanzas de una diputada que comenzó a gastar para mostrase como su candidata a vice.

 

Todo esto también le da lógica a los movimientos de Gustavo Martínez, con ansias de colocar su propia fórmula. Elida Cuesta vice y él mismo como presidente de la Cámara de Diputados.

 

No es descabellado. Tampoco imposible, sólo que garantiza cuatro años más de ajuste y la continuidad de una administración atravesada por la corrupción.

 

Tal vez eso explique por qué el intendente de Resistencia evitó personalizar siempre en el gobernador del Chaco cuando habló de pusilánimes. El reparto del poder evitaría además una interna de la que no hay garantías de cómo terminará. Allí sí terminarán colándose los hechos de corrupción y los resultados pueden ser catastróficos.

 

La cantidad y la sensibilidad de los hechos en manos de una interna política terminarían despedazando al PJ. El caso de Oscar Nievas fue una pequeña gragea. El grupo de intendentes peppistas directamente pedía la cabeza de Gustavo Martínez o por lo menos de sus funcionarios en el Gabinete.

 

El bastión radical de Sáenz Peña sufrió un durísimo golpe. El concejal del PJ, Dante Moreira, en una tarea prácticamente artesanal y solitaria puso en vilo al intendente Gerardo Cipolini. Su firma estaría en cerca de 200 cheques en fechas en los que el jefe comunal no estaba en el país. Inoportuna cuestión para la candidatura de Peche. O tal vez no si lo que se juega es solamente la interna partidaria. El golpe al espacio de Somos Parte puede ser demoledor. Lo sabe Aída Ayala y el Sector de la UCR NEA.

 

El discurso de Domingo Peppo entrará en modo campaña. Probablemente a eso responda el trato que el mandatario le dispensó a la Marcha Provincial “Basta de ajuste”. Cuando se esperaba una reedición de la brutal represión de Juan Carlos Bacileff Ivanoff de junio de 2014, lo que ocurrió fue exactamente lo contrario.

 

Repentinamente Peppo tuvo el timing para recibir a las organizaciones sociales que marcharon y proponer tres mesas de trabajo en un plan anticrisis. “Nos comprometimos en trabajar y dar respuesta concretas y reales. Nuestra respuesta es que nos vamos a ocupar de los temas y para esto decidimos una agenda de trabajo en los ejes planteados” dijo el gobernador.

 

La marcha se celebró con absoluta tranquilidad. Salvo que es necesario recordar que el Impenetrable chaqueño puede forrarse completamente con la cantidad de documentos y papeles incumplidos de todos los gobiernos con las comunidades. No hace falta reprimir para enviar a la casa a los manifestantes con las manos vacías.

 

Viviendas, obras, demandas sociales son precisamente el origen de las causas que tiene a dos intendentes presos y otros investigados.

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