Ocurrió en San Miguel. El nene lloró durante más de una hora hasta que un vecino avisó a la policía. "Soy ludópata, no puedo controlarlo", se justificó su padre.
El hecho, registrado por las cámaras del municipio, ocurrió a plena luz del día, cuando un hombre dejó encerrado a su pequeño hijo a bordo de un VW Suran color blanco para ir a jugar a las máquinas tragamonedas del bingo.

En las imágenes puede observarse el momento en que el hombre estaciona el auto en la esquina de las calles Paunero y Belgrano. Después, comienza a correr para ingresar rápidamente a la sala de juegos, mientras su hijo queda dentro del vehículo.

El niño, de dos años, lloraba sin parar hasta que varios minutos después fue escuchado por los comerciantes y vecinos, quienes dieron aviso a la policía municipal.

Varias personas que circulaban por el lugar comenzaron a reunirse alrededor del auto para intentar calmar al niño. Incluso, hay un momento en el que puede verse cuando un hombre intenta abrir la puerta a patadas.

El secretario de seguridad de San Miguel, Max Perkins, relató lo sucedido: "Un vecino llamó al centro de operaciones municipal informando lo sucedido y rápidamente iniciamos un operativo en la zona para localizar al conductor del vehículo".

Mientras la policía lo buscaba en la zona, el personal de seguridad del bingo logró identificar dentro del establecimiento al padre del niño a quien puso al tanto de la situación.

Al salir, fue increpado por los vecinos, quienes le reprocharon su comportamiento. En su defensa, el hombre dijo: "Soy ludópata, no puedo controlarlo".

El padre del menor fue trasladado, con testigos, a la comisaria primera de San Miguel para realizar las actuaciones correspondientes. "Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad fueron puestas a disposición de la Justicia; sin duda son una herramienta fundamental para la causa y utilizadas como prueba", concluyó Max Perkins.

(Fuente: Infobae)