ATE Rosario realizó este jueves una protesta para denunciar el despido de dos trabajadoras de los Centros Cuidar. Según contaron, llevaban más de cuatro años desarrollando tareas con contratos precarios y la Municipalidad les había prometido mejorar dichas condiciones laborales, pero al momento de sellar un nuevo vínculo contractual las desvincularon.

Ante estos hechos, el gremio que nuclea a los trabajadores estatales efectuó este jueves una manifestación frente a la Casa de las Infancias, ubicada en Mitre y San Lorenzo, con el objetivo de exigir que se retrotraiga la medida y ambas compañeras sean reincorporadas.

Son empleadas que venían cumpliendo funciones hace más de cuatro años y que durante 2024 habían obtenido la promesa de las autoridades de que habría una mejora en las condiciones de contratación para el personal. Las dos maestras, que trabajan con niños en situación de vulnerabilidad social en la periferia rosarina, igualmente recibieron la noticia de que no se les renovará el contrato.

«Las compañeras venían presentando papeles y toda la documentación que se les requirió para el nuevo contrato, pero el 7 de enero, en una reunión, se anoticiaron intempestivamente de que no les iban a renovar porque no dan el perfil. Quedaron totalmente heladas ante eso, pero hoy estamos todos acá reclamando por la inmediata reincorporación», relató Iris Velasquez, delegada de la junta interna de Municipales, en declaraciones a Conclusión.

Desde ATE Rosario además resaltaron que son trabajadoras que desarrollan sus tareas en contextos de alta vulnerabilidad social, donde el conocimiento del territorio no es valor que pueda reemplazarse solo intercambiando nombres y poniendo a otras maestras en lugar de las despedidas.

«La Municipalidad tapa baches con contratos basura, pero no arma equipos en los territorios. El plus que se gana al estar ahí no es fácil retomarlo de nuevo. Son educadoras de primera infancia, pero su trabajo es mucho más amplio. No es que están en un jardín», explicó Mariano Juristi, delegado de la junta interna de Desarrollo Social, también en diálogo con este medio.

«No puede ser que durante más de cuatro años, cuando estaban precarizadas, no había problema de perfil. ¿Ahora, cuando las compañeras, después de una lucha de sostener angustia -porque es muy difícil trabajar en una zona vulnerable promoviendo derechos cuando a vos te lo están vulnerando- van a tener mejor condiciones de contratación, aparecen?», acentuó Juristi.