Se conoció una fuerte denuncia pública formulada por el concejal Gustavo Aromí de la localidad de Mburucuyá, apuntándole al intendente radical Pablo Guastavino, el uso de maquinaria municipal para su propio peculio, en este caso rellenando un terreno perteneciente al jefe comunal.

 

“Mientras la única retroexcavadora de la Municipalidad de Mburucuyá se necesita para tapar los pozos y hacer zanjas; esta máquina se encuentra rellenando el terreno del intendente”, se lee en el muro del concejal justicialista.

 

“Lamentablemente (Guastavino) se cree por encima de todos y llega a este punto donde ni vergüenza le da esta lamentable acción”, completa Aromí viralizando un video donde se nota un muro perimetral de importantes dimensiones y, en su interior, una retroexcavadora haciendo grandes movimientos de tierra.

 

 



 

La porfía entre el Ejecutivo mburucuyano encabezado por el menor de los Guastavino (Aromí asegura que el padre de éstos maneja desde afuera toda la órbita municipal, que tuvo sucesión en Cristian, ahora con la continuidad de Pablo) y los miembros del Concejo Deliberante de la tierra del chamamé tradicional, es de vieja data, remontándose a un par de años, desde cuando se precarizó laboralmente a los concejales y salarialmente se los mantiene en negro, según denuncia la bancada opositora.