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Descubierto un plan ruso de sabotaje para hacer explotar aviones civiles estadounidenses

El pasado mes de julio, en plena ola de calor, se produjo un incendio en un almacén de la empresa de logística DHL en Leipzig . Las llamas fueron fácilmente sofocadas y el asunto no pasó de un incidente sin demasiada importancia hasta que la investigación de la compañía aseguradora detectó presencia de explosivos y pasó el expediente a las autoridades. El caso alcanzó después escala internacional, cuando los investigadores fueron conscientes de que un incendio muy similar se había producido también en un almacén de la misma empresa en Birmingham , Inglaterra . El alto grado de coincidencia descartaba que se tratase de una casualidad. En ambos casos, un cargamento de electrodomésticos había sido el origen de la combustión y, tras las primeras comprobaciones, se puso en marcha una búsqueda conjunta de los perpetradores por parte de varios servicios de inteligencia, que han llegado a la conclusión de que están tras la pista de un complot ruso. El Kremlin estaría probando procedimientos para ataques coordinados desde Moscú para hacer explotar aviones estadounidenses, tanto de carga como de pasajeros.Los funcionarios de seguridad occidentales creen que los dos dispositivos incendiarios camuflados en cargamentos de electrodomésticos y enviados a través de DHL eran parte de una operación secreta rusa destinada a provocar incendios a bordo de aviones con destino a Estados Unidos y a Canadá.Noticia Relacionada estandar Si La OTAN exige a Alemania más dinero para Defensa Rosalía Sánchez «Todo agresor debe tener claro que el precio de un ataque es tan alto e incalculable que, en caso de duda, se abstendrá de hacerlo», asegura Pistorius Un error en los mecanismos, todavía en fase de pruebas, causaron las pequeñas explosiones antes de tiempo, que dieron lugar en julio a los incendios en dos centros logísticos de DHL. Los dispositivos habían sido instalados en el interior de masajeadores eléctricos y se alimentaban de una sustancia inflamable a base de magnesio. Estos productos habían sido enviados a Gran Bretaña desde Lituania y constituían aparentemente una prueba para establecer cómo introducirlos a bordo de aviones con destino a América del Norte. Se sospecha que pueden haber sido enviados muchos más de estos dispositivos, no detectados porque no hubo fallo durante los traslados.Llegadas a este punto, las investigaciones han permitido realizar varias detenciones que han llevado a sospechar de la autoría rusa. La policía lituana ha arrestado al sospechoso responsable del envío de al menos cuatro de estos artefactos incendiarios, incluidos dos desde una tienda de DHL en la capital, Vilnius, según ha confirmado un funcionario policial europeo.El sospechoso se identificó en el momento de la detención como Igor Prudnikov , pero su verdadero nombre, según los servicios de inteligencia, es Alexander Suranovas , a quien los investigadores están convencidos de que los servicios secretos rusos habían reclutado previamente. Estos fichajes locales a menudo no están al tanto del total de la operación y se limitan a hacer la vista gorda, a cambio de una contraprestación monetaria, respecto a determinados controles rutinarios.Los fiscales polacos han confirmado por su parte la detención en relación con esta investigación de cuatro personas, que han sido acusadas de participar en actos de sabotaje u operaciones terroristas en nombre de un servicio de inteligencia extranjero. Polonia está trabajando además con otros países para encontrar al menos a otros dos sospechosos. «El objetivo del grupo era probar el canal de transmisión de dichos paquetes que finalmente serían enviados a los Estados Unidos de América y Canadá», consideran los fiscales polacos en declaraciones publicadas por el canal de televisión alemana N-Tv. El jefe del servicio de inteligencia exterior de Polonia , Pawel Szota , ha apuntado directamente a los espías rusos y ha señalado que el ataque que están ensayando, de llevarse a cabo, «marcaría una escalada masiva de la campaña de Moscú contra Occidente». «No estoy seguro de si los dirigentes políticos rusos son conscientes de las consecuencias si uno de estos paquetes explota y hay muchas víctimas», ha advertido Szota, que no descarta que parte de la inteligencia rusa esté actuando por su cuenta. Sus sospechas se dirigen abiertamente hacia la agencia de inteligencia militar rusa conocida como GRU, a la que considera responsable del incidente.El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov , ha respondido por su parte, en declaraciones al periódico estadounidense \'Wall Street Journal\', que «nunca hemos escuchado ninguna acusación oficial» de que Rusia estuviera involucrada en los incidentes. Y ha restado importancia a los hechos alegando que «estas son las habituales acusaciones no probadas de los medios». Las autoridades europeas sospechan, sin embargo, que Rusia está detrás de una creciente campaña de sabotaje que incluye incendios provocados en Gran Bretaña y la República Checa, ataques a oleoductos y cables de datos en los países bálticos, así como la manipulación de los suministros de agua en Suecia y Finlandia, de la que bien podrían formar parte estos nuevos incidentes.

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