El último reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU sostuvo que el cambio climático “está causando estragos” y que algunas personas y lugares se ven más afectados. Qué ecosistemas se acercan ya a un punto de no retorno
La ola de calor extrema que atravesó buena parte de la Argentina durante casi todo el verano pasó. Sin embargo, los efectos de la crisis climática continuarán y si las políticas de acción climática siguen ausentes, empeorarán. Los impactos no sólo se sienten en nuestro país, todo el mundo experimenta y experimentará eventos extremos ya que la tendencia de suba global de la temperatura no se detiene y la ventana de oportunidad para frenarla es cada vez más pequeña.
Así lo asegura el último reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) que se conoció el lunes pasado denominado AR6. Este informe, una síntesis de 8 años de trabajo, hace hincapié en la urgencia de la acción ya que la suba promedio global de la temperatura alcanzó 1,1ºC desde la era preindustrial y se proyecta que llegue a 1,5ºC para 2035, bastante antes de lo que se pensaba.
Hoy se celebra el Día Mundial del Clima, una fecha establecida por la ONU para generar conciencia sobre los efectos del calentamiento global, especialmente en lo que se refiere a la afectación de las personas, de su vida cotidiana. En este contexto, el nuevo reporte científico es contundente: “El cambio climático está causando estragos, pero algunas personas y lugares se ven más afectados”, asegura el resumen para los tomadores de decisión.
“Los rápidos y generalizados cambios en el planeta ya están afectando a los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones, causando efectos adversos, pérdidas y daños a la naturaleza y a las personas. “Las comunidades vulnerables, que históricamente son las que menos han contribuido al cambio climático, se están viendo afectadas de forma desproporcionada. Hay alrededor de 3300-3600 millones de personas que viven en contextos altamente vulnerables al cambio climático — las personas que viven en regiones altamente vulnerables tenían 15 veces más probabilidades de morir por inundaciones, sequías y tormentas entre 2010-2020 que las que viven en regiones con una vulnerabilidad muy baja.”, agrega.
Respecto de los ecosistemas, asegura: “Están sufriendo daños a medida que aumentan las temperaturas, lo que provoca la muerte masiva de especies en tierra y en el océano. Algunos ecosistemas se acercan a un punto de no retorno, causado por impactos como el retroceso de los glaciares y el deshielo del permafrost ártico.”
Carolina Vera, científica argentina, vicepresidenta del Grupo de Trabajo I del IPCC explicó: “Las pérdidas y daños son parte de nuestro futuro. Lo que estamos observando, además, es que empieza a darse una combinación de la ocurrencia, por ejemplo de una sequía con situaciones económicas deficientes o una pandemia. Y estas situaciones se hacen cada vez más difíciles de manejar. Es más difícil adaptarse en un mundo cada vez más caliente aunque todavía hay ventanas de acción”.
Lo que también deja claro el reporte es que la crisis climática se escribe en presente. Los científicos incluyeron un gráfico en el que se ve cómo la gran mayoría de las personas que hayan nacido desde los años 80 serán testigos de los efectos que el fenómeno global va a generar en el planeta. Los mejores o peores escenarios dependen de las acciones que se tomen.
“El incremento de las temperaturas, el trauma de los eventos extremos y las pérdidas de medios de vida y cultura están llevando a desafíos de salud mental. Los extremos están impulsando desplazamientos en África, Asia, América del Norte y América Central y del Sur, con pequeños Estados insulares en el Caribe y el Pacífico Sur que se ven afectados de manera desproporcionada. Estos impactos climáticos son generalizados y están causando daños económicos, con las personas perdiendo sus hogares y medios de vida, agravando la desigualdad de género y social existente”, indica el reporte.
“Amenaza existencial”
Vera agregó: “El cambio climático es una amenaza existencial. En algunos ecosistemas ya se han identificado especies que se han extinguido. Es por esto que las cuestiones de justicia climática se vuelven claras en la medida en que las personas vulnerables se ven afectadas de manera desproporcionada. La justicia y equidad son claves”.
Y agregó: “Hoy vivimos en un mundo de 1,1ºC y ya estamos alterados. Vivimos en un mundo alterado de manera significativa por el hombre, es imposible separarlo hoy. El cambio climático es una amenaza transversal. Cuando se quieren reducir los índices de pobreza o mejorar los de la salud, es imposible planificarlos sin considerar la perspectiva del cambio climático. Tiene que estar atravesando todas las políticas públicas”.
El trabajo para conseguir frenar la tendencia actual es titánico. La conclusión principal: para una vía alineada con 1,5ºC sin superar ese límite o superándolo de forma mínima, se requiere de las siguientes metas:
● 2030 = 48% de reducción de CO2
● 2035 = 65% de reducción de CO2
● 2040 = 80% de reducción de CO2
● 2050 = 99% de reducción de CO2
"Es más difícil adaptarse en un mundo cada vez más caliente aunque todavía hay ventanas de acción”, dicen los expertos REUTERS/Thomas Peter/File Photo
“Sin acciones de mitigación urgentes y significativas y acciones de adaptación aceleradas, las pérdidas y los daños seguirán aumentando, particularmente en África, los países menos desarrollados (LDCs, en inglés), los pequeños Estados insulares en desarrollo (SIDs), América Central y del Sur, Asia y el Ártico, y afectarán de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables”, indican el AR6.
La mala noticia: por el momento el mundo no se ha alineado con estas metas, a pesar de que en el Acuerdo de París, firmado en 2015 los países se comprometían a trabajar para frenar la suba global del termómetro y detenerla en 1,5ºC.
“El uso de combustibles fósiles está impulsando abrumadoramente el calentamiento global. En 2019, alrededor del 79% de las emisiones globales de los gases de efecto invernadero provenían de la energía, la industria, el transporte y los edificios, y el 22% provenía de la agricultura, la silvicultura y otros tipos de uso de la tierra. Las reducciones de las emisiones de CO2 de las medidas de eficiencia se ven empequeñecidas por el aumento de las emisiones en múltiples sectores.”, dicen los científicos.
La Cumbre del Clima (COP28) se celebrará en Emiratos Árabes a finales de este año
Tampoco ayuda el financiamiento, también prometido en París: “Los niveles actuales de financiamiento para el clima son muy inadecuados, y todavía superan en gran medida los flujos de financiación de los fósiles. La adaptación tiene límites en cuanto a lo que puede proteger de pérdidas y daños, pero el mundo se ha alterado lo suficiente como para que la adaptación deba ser prioritaria junto a la rápida reducción de emisiones. Los costos estimados de adaptación superan en gran medida la financiación actual que se le ha asignado, especialmente para los países en desarrollo. Es la misma historia para la mitigación, donde las finanzas están por debajo de los niveles necesarios para cumplir con los objetivos climáticos en todos los sectores y regiones. El dinero público y privado para los combustibles fósiles sigue siendo mayor que el de adaptación y mitigación del cambio climático.”
A pesar de este panorama sombrío, la humanidad tiene una oportunidad de poder vivir en un planeta habitable en 50 años. Para los expertos, esta década es clave. “La energía solar y eólica, los sistemas urbanos eléctricos, la infraestructura verde urbana, la eficiencia energética, la gestión del lado de la demanda, la mejora de los bosques y la gestión de cultivos y pastizales, y la reducción del desperdicio y la pérdida de alimentos, son técnicamente viables, se vuelven cada vez más rentables y generalmente cuentan con el apoyo del público.
El calentamiento global obliga a repensar la manera en que el mundo genera energía (AFP)
A partir de 2010-2019, los costos unitarios de la energía solar y eólica disminuyeron en un 85% y un 55%, respectivamente, y los costos unitarios de las baterías de iones de litio cayeron un 85%. Hubo grandes aumentos en su despliegue durante el mismo período, por ejemplo, >10x para la energía solar y >100x para los vehículos eléctricos (VE), aunque esto varía según la región.”, detallaron.
Este reporte servirá de base para el primer Inventario Global (GST) de la cumbre del clima (COP28) que se celebrará en Emiratos Árabes a finales de este año. El GST, que se celebra cada cinco años, tiene por objeto evaluar los progresos recientes para hacer frente a la crisis climática y acelerar la acción de los países, las empresas y otros agentes a la velocidad y escala necesarias para evitar una catástrofe.
Infografía Marcelo Regalado