El equipo de fiscales de San Isidro imputó este lunes al psicólogo Carlos Díaz y a los dos últimos enfermeros que atendieron a Diego Armando Maradona, en la causa que investiga la muerte del Diez el pasado 25 de noviembre.
Además de Díaz, la decisión judicial alcanza a Dahiana Madrid, quien reconoció haber mentido en su reporte sobre la salud del "Diez", y a otro enfermero que se encontraba presente en el domicilio en el que Maradona pasó sus últimas horas.
Cabe destacar que la Fiscalia de San Isidro había imputado, días atrás, a la psiquiatra Agustina Cosachov por el delito de falsedad de documento público dado que certificó que Maradona se encontraba orientado en tiempo y espacio a finales de octubre cuando fue público y notorio, el día de su cumpleaños, que Maradona casi no podía hablar ni caminar.
Tanto Cosachov como Leopoldo Luque, médico personal del Diez, son los principales apuntados por los investigadores por el tratamiento previo a la muerte de Maradona, en una casa en el barrio privado San Andrés de Tigre, dos semanas después de su externación de la Clínica Olivos.
El equipo de fiscales de San Isidro imputó este lunes al psicólogo Carlos Díaz y a los dos últimos enfermeros que atendieron a Diego Armando Maradona, en la causa que investiga la muerte del Diez el pasado 25 de noviembre.
Además de Díaz, la decisión judicial alcanza a Dahiana Madrid, quien reconoció haber mentido en su reporte sobre la salud del "Diez", y a otro enfermero que se encontraba presente en el domicilio en el que Maradona pasó sus últimas horas.
Cabe destacar que la Fiscalia de San Isidro había imputado, días atrás, a la psiquiatra Agustina Cosachov por el delito de falsedad de documento público dado que certificó que Maradona se encontraba orientado en tiempo y espacio a finales de octubre cuando fue público y notorio, el día de su cumpleaños, que Maradona casi no podía hablar ni caminar.
Tanto Cosachov como Leopoldo Luque, médico personal del Diez, son los principales apuntados por los investigadores por el tratamiento previo a la muerte de Maradona, en una casa en el barrio privado San Andrés de Tigre, dos semanas después de su externación de la Clínica Olivos.