l sábado a la madrugada los guardias del penal de Piñero, donde están alojados integrantes de la banda de los Monos, notaron movimientos extraños en la parte de atrás de la cárcel. Como ya estaban alertas por un posible plan de fuga de los Cantero, los penitenciarios realizaron disparos al aire para advertir que estaban ahí. Del otro lado del cerco, le devolvieron con la misma moneda. Comenzaron a tirar contra los guardias que estaban en las garitas.
El sábado LA NACIÓN publicó que las autoridades del Ministerio de Seguridad de Santa Fe habían recibido varias alertas sobre un plan de escape de los Monos, que rechazan ser trasladados a la cárcel federal de Ezeiza, como dispuso el juez federal Marcelo Bailaque en diciembre pasado cuando los procesó por comercialización de droga.
El Director del Servicio Penitenciario Pablo Cococcioni confirmó hoy a la mañana a este diario el episodio que se produjo el sábado a la madrugada. "Los guardias observaron a dos hombres extraños merodeando por la parte de atrás del penal, donde se había reforzado la guardia después de una denuncia que se recibió al 911 que indicaba que los Cantero planeaban fugarse por ese sector que está en refacción".
El funcionario sostuvo que ante este hecho los efectivos del Servicio Penitenciario realizaron "disparos al aire" para disuadir a estas personas, pero se encontraron con una intensa resistencia. "Comenzaron a tirar a los guardias que estaban en las garitas", apuntó Cococcioni.
El Director del Servicio Penitenciario Pablo Cococcioni consideró que estos hechos podrían estar relacionados con un posible traslado de Máximo Ariel Cantero, alias Guille, y de Emanuel Chamorro, uno de sus lugartenientes, al penal de Ezeiza. "Desde el Servicio Penitenciario Federal nos confirmaron que en Ezeiza hay cupo. Lo único que resta completar para que se realice un traslado es que lo autorice la justicia provincial, donde estas personas tienen causas en trámite", señaló el funcionario. La defensa de los Monos habría presentado un recurso de amparo para evitar un traslado a la cárcel federal.
Si son trasladados al penal de Ezeiza los Monos perderían las influencias que tienen en Santa Fe, y estarían lejos de sus familiares y otros miembros de la banda, que siguen manejando el negocio del narcomenudeo en el sur de Rosario.
No sólo provocaron preocupación los disparos el sábado pasado, sino también otras cosas extrañas que comenzaron a notar durante los últimos días. "Vimos varias veces un dron sobrevolando el penal. No es un aparato de juguete sino uno profesional de más de un metro y medio. Creemos que alguien estaba visualizando el penal para una posible fuga", afirmó Cococcioni.
Una de las versiones que llegó a la cartera de Seguridad de Santa Fe en diciembre pasado es que miembros ligados a este grupo narcocriminal habían comprado cinco ametralladoras para realizar un "rescate" de Los Monos y habían planeado ingresar por un sector del complejo penitenciario que está en remodelación.
En junio pasado se concretó la fuga de dos presos comunes, Joel David Pucheta y Gastón Ezequiel Medina, luego de que un grupo los fuera a "rescatar" en una Volkswagen Amarok disparando con ametralladoras. El fiscal de Flagrancia Álvaro Campos dijo que había cuatro penitenciarios que fueron investigados por facilitamiento doloso de evasión.
Ante esta situación la semana pasado el Servicio Penitenciario se iniciaron requisas celda por celda, algo que arrojó que fueran incautados ocho teléfonos celulares. Ninguno de los aparatos -que están siendo sometidos a peritajes- estaba en poder de los Cantero, pero no se descarta que otros internos escondieran los móviles de los miembros de la banda. En un tubo de pasta de dientes presuntamente de Guille Cantero se incautó un chip de celular y dos pend drive entre las pertenencias de su padre, Ariel Máximo Cantero, que fue detenido en mayo pasado en un carro de ciruja en la zona sudoeste de Rosario.
La preocupación se activó porque ya se han escapado de la cárcel miembros de esta banda y hay otros que se mantienen desde 2012 prófugos como Ramón Machuca, alias Monchi, uno de los líderes de este grupo. El 14 de enero de 2015 se escapó de la Jefatura de la Policía Juan Domingo Ramírez, un sicarios de Los Monos, que había sido detenido por la policía.
Después de que quedaran procesados por la justicia federal, los integrantes de Los Monos que están presos temen que los trasladen a otro penal donde no tienen las influencias que tejieron en Santa Fe. A principios de diciembre, tras una investigación que encabezó la Policía Federal y el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias, se estableció que los líderes de este grupo sorteaban los inhibidores de señal de celulares utilizando un teléfono fijo a través del que seguían manteniendo los hilos y el control de la organización narcocriminal.
Con un cable de teléfono fijo que alguien del Servicio Penitenciario de Santa Fe les suministraba, daban las directivas a sus mujeres, que eran las que controlaban los hilos de la venta de drogas. Hasta que el gobierno de Santa Fe instaló tecnología para impedir que hablaran con los smartphones dentro del penal, Los Monos usaban sus celulares, como lo adelantó LA NACION en marzo pasado, cuando trascendió una serie de escuchas telefónicas en las que "Guille" Cantero ordenaba atentados con sus "soldaditos" y señalaba dónde instalar búnkeres en casas que debían ser usurpadas. Esas escuchas estaban en 30 CD que fueron entregados por la policía al juzgado provincial N° 5.