Las escuelas técnicas del país atraviesan tiempos difíciles. En los últimos meses los fondos llegaron a cuentagotas y, al observar la ejecución presupuestaria, se advierte que el recorte para el sector roza el 80%. Pero el ajuste no sólo es económico: el gobierno de Javier Milei también sugirió reducir la formación de técnicos profesionales, pasándola de seis a cinco años.
El secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell, expuso al pasado jueves ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados para defender los principales ejes en materia educativa del Presupuesto 2025 y argumentó que, ante el abandono escolar que se produce a partir del segundo ciclo, se propone “reducir un año” en la formación técnica, siempre que las provincias y las escuelas lo consideren pertinente. El funcionario, además, remarcó que esta idea no fue una “imposición del Gobierno”, sino que fue sugerida por “las escuelas y los gremios”.
En diálogo con Conclusión, el secretario general de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (Amet) regional Santa Fe, Ernesto Cepeda, rechazó la propuesta y apuntó: “Los jóvenes no van a poder prestar servicios, porque algunos terminarían el secundario siendo menores de edad y no podrían asumir las responsabilidades civiles que tiene un técnico cuando lleva adelante su trabajo”.
“En segundo lugar –continuó–, no se puede preparar a un técnico en menos tiempo del establecido. Los seis años no son un capricho. Cuando se reestableció la educación técnica en el país, después de los 90’s, técnicos y pedagogos discutieron las nuevas estructuras curriculares y se resolvió que la carrera no dure menos de seis años”.
En sintonía, el secretario de nivel técnico de la Asociación de Magisterio de Santa Fe (Amsafe), Luciano Tomé, recordó el desmantelamiento que las escuelas técnicas sufrieron en los 90’s y cuestionó: “La quita de un año es otra locura más de los que hoy nos gobiernan. Una película ya vista y con un final terrible”.
Luz Frutos es presidenta del centro de estudiantes de la Escuela de Enseñanza Técnica Nº 625 “Carlos Guido y Spano”. Al ser consultada por Conclusión sobre la posibilidad de que el cursado se reduzca un año, objetó: “Al principio te puede entusiasmar la idea, pero cuando te ponés a investigar y a pensar, te das cuenta que no es tan atractiva. La formación es de seis años porque de acá salimos con un título que nos manda directo al mercado laboral. Además, en sexto, que es el año que quieren retirar, se hacen las prácticas profesionalizantes, es decir, las pasantías”.
“La medida todavía no se debatió en el Congreso, pero como persona que ha tenido una formación técnica no sé a qué se apunta con esto. Cuando pienso en mi recorrido académico, no veo dónde se puede recortar sin que la calidad educativa se vea afectada”, analizó Lucio Intelángelo, que cursa el sexto año de la Tecnicatura en Informática del Politécnico y es el presidente del centro de estudiantes.
¿Los chicos dejan la escuela?
El secretario de Educación argumentó que uno de los motivos por los que se propone eliminar un año en la formación técnica es la alta deserción escolar que hay en el ciclo superior. Al respecto, Cepeda observó: “Los chicos dejan la escuela porque los padres no tienen plata para el boleto, para comprarles un sándwich cuando salen de teoría y entran a taller. ¿Por qué el Gobierno no ve la posibilidad de mejorarle la economía al trabajador y al hijo del trabajador, que es el que va a la escuela técnica? Ahí se va a dar cuenta que estos índices de deserción van a bajar considerablemente”.
Sin embargo, Frutos destacó que, después de la pandemia, la deserción en la Guido y Spano bajó considerablemente: “Hace unos años, como los estudiantes dejaban la escuela, se decidió que las dos divisiones de cuarto se junten en un solo quinto. Pero ahora, como esta situación se revirtió, somos 52 estudiantes un aula, no entra una aguja”.
En la misma línea se expresó Intelángelo, que indicó: “En cuarto, quinto y sexto es donde menos deserción hay. Cuando se entra en el ciclo técnico, donde la gente elige una especialidad, es donde menos se va del colegio”. Además, señaló que la mayoría de sus compañeros de curso tiene pensado seguir una carrera universitaria una vez que se gradúen, pero muchos de ellos trabajarán en paralelo, dentro de rubros relacionados a su título técnico.
Motosierra profunda
Cuando Torrendell habló ante los diputados en términos presupuestarios, manifestó: “La educación técnica está siendo acompañada. La ejecución se ha multiplicado”. Sin embargo, el diputado santafesino de Unión por la Patria, Germán Martínez, denunció ante la comisión que el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional tuvo, en lo que va de este año, un recorte del 80%.
Los datos, de acceso público, se desprenden de la ejecución presupuestaria del 2024: dicho fondo –creado por la Ley Nº 26.058– tenía un monto inicial de $32.867 millones, pero al asumir el presidente Milei decidió elevarlo a $34.834 millones. Sin embargo, de este total sólo se pagaron a las escuelas técnicas $6.971 millones: apenas un 20% del presupuesto vigente.
Uno de los puntos más cuestionados está en el artículo 27 del Presupuesto 2025, que elimina diferentes normativas que apuntaban a financiar las escuelas técnicas, la ciencia y la tecnología. De aprobarse este proyecto, por ejemplo, se eliminaría el piso mínimo del Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional, cuyo monto, según la legislación actual, no puede ser menor al 0,2% del total de los ingresos corrientes previstos en el presupuesto.