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El Año Nuevo en las diferentes latitudes del mundo

De acuerdo al calendario gregoriano, que es el que se utiliza con fines civiles en todo el mundo, la víspera de Año Nuevo en el mundo moderno cae el 31 de diciembre y para la gran mayoría de los estados es un día de celebración. No así para quienes se rigen por el calendario juliano, como es el caso de algunas iglesias ortodoxas, en las que el inicio del año corresponde al 14 de enero gregoriano, pero sólo para usos litúrgicos.

Entre el 31 de diciembre y el 1 de enero, en casi todas las ciudades del mundo se lanzan los tradicionales fuegos artificiales.

Mientras que en Argentina, se reúne la familia con amigos, esperando las 24, cuando se brinda y depende el lugar, se arman bailes en las calles o plazas, en España existe la tradición de comer doce uvas a medianoche, una por cada campanada que da un reloj (el principal es el de la Puerta del Sol de Madrid) y también en la plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, donde el reloj de una sola aguja dará las 12 haciendo sonar la famosa campana llamada “Berenguela”.

En Inglaterra, al igual que en Escocia, existe la tradición del first footing. La creencia es que el primer visitante después de la medianoche debe traer ciertos regalos, como carbón, pan y sal, que simbolizan el deseo de calor, alimento y riqueza para la familia que los recibe. La mayoría de las tiendas y negocios cierran durante el día. El día de Año Nuevo es un día festivo para casi todos en el Reino Unido.

Muy pocos autobuses y trenes funcionan el día de Año Nuevo. La mayoría de las personas se quedan en casa y se relajan con sus familias. es tradición cenar con la familia en Nochevieja, y después salir, normalmente al pub local para celebrar la llegada del año nuevo. Todo el mundo canta la canción «Auld Lang Syne» al finalizar las campanadas. También tiran party poppers y se abren más botellas de champán.

La tradición italiana prevé una serie de rituales supersticiosos para los primeros días del año, como usar ropa interior roja o tirar por la ventana objetos viejos o sin usar (esta última costumbre se abandonó casi por completo). También hay gente que come lentejas en la cena del 31 de diciembre como presagio de riqueza para el nuevo año. Otra tradición consiste en besarse debajo del muérdago, como señal de buena suerte. Y mucha gente se reúne en las plazas de las ciudades o pueblos a escuchar conciertos esperando las 24.

El año nuevo en Francia, en especial en París se celebra con música, baile y champagne. Además, se suele acompañar con aperitivos dulces y salados. Una de las costumbres de París es trasladar la festividad a las calles siendo tradicional el iluminar los Champs-Élysées (Campos Elíseos), avenida que une el Arco del Triunfo con la Plaza de la Concordia o reunirse bajo la Torre Eiffel para observar los juegos artificiales.

En Brasil, más precisamente en Río de Janeiro, los ritos y tradiciones de los cariocas consisten en vestirse de blanco en la fiesta de año nuevo para atraer la buena suerte. Arrojar flores al mar y saltar siete olas consecutivas, este rito es producto de la influencia africana y los esclavos originarios que llegaron a tierra carioca.Después de los conocidos carnavales de Río de Janeiro, la segunda celebración más importante del año es la Fiesta do Reveillon. Es una fiesta de Noche Vieja que se realiza en las principales playas del país y de la cual participan millones de turistas y locales para dar la bienvenida al año nuevo.La mayor atracción del Reveillon es la quema de fuegos artificiales. El cielo se ilumina y se llena de brillo con un espectáculo que dura aproximadamente 20 minutos. A pocos metros de la costa, se colocan en balsas miles de toneladas de luces que originan un espectáculo de luz y color. El mar suele convertirse en un espectáculo adornado de las luces que reflejan las lanchas, yates y otras embarcaciones que se dan cita en esta fiesta.

En Nueva Zelanda, el Año Nuevo se celebra con grandes eventos, fuegos artificiales, bandas en vivo y festivales de música. También es común que las familias se reúnan en la playa, preparen asados al aire libre o disfruten de comida de mar.

En Rusia, muchos van a sus respectivos Kremlin, siendo el más famoso el de Moscú. Tras el duodécimo golpe de campana, se abre la puerta de la fortaleza para dejar entrar el nuevo año. Los regalos se intercambian y todos festejan bebiendo abundante vodka. A menudo se les regalan chocolates o marionetas a los más pequeños.

En Ecuador y Perú, delante de las casas se exponen maniquíes de papel maché (a veces con apariencia de personajes famosos, futbolistas, etc.), llenos de petardos para arder y explotar al filo de la medianoche.

La víspera de Año Nuevo de en la ciudad de Sídney, Australia, toma lugar cada 31 de diciembre desde las 21, el evento se conforma de dos grandes espectáculos de fuegos artificiales con los cuales se les suele dar la bienvenida al año nuevo. Ambos espectáculos suelen ser transmitidos a través de los medios periodísticos de todo el mundo, acaparando de dicha forma una audiencia de billones de espectadores. Sincronizados a una lista de canciones cuidadosamente seleccionadas que reflejan el pasado y el presente, dichos fuegos artificiales suelen ser lanzados desde el Puente, la Casa de la Ópera, y diferentes barcazas dispuestas alrededor de la Bahía.

En Japón, antes de la medianoche, las familias van a los templos a beber sake y escuchar 108 golpes de gong que anuncian la llegada de un nuevo año. Se cree que este es el número de pecados que una persona comete en un año y que de esta forma se purifica nosotros mismos. Uno de los mejores lugares en los que disfrutar de esta tradición es el templo Chion-in de Kioto: se necesitan 17 monjes para hacer sonar su campana. Tras escucharlas, se suele realizar la primera visita del nuevo año al santuario o templo. Esta tradición es conocida como Hatsumode y reúne a millones de japoneses en los grandes santuarios y templos de la ciudad. Allí, los japoneses piden el favor de los dioses en el año que entra, compran nuevos amuletos y se deshacen de los amuletos del año anterior. En las semanas previas al Año Nuevo es costumbre mandar unas tarjetas de felicitación, llamadas “nengajo”. El sistema de correos japonés las organiza y las guarda, para repartirlas todas a la vez la mañana del 1 de enero.

El mundo con sus diversidades culturales, de tradiciones y costumbres en cada región geográfica, recibirá un nuevo año que si bien no será igual en todo el planeta, tendrá en común la celebración del 2025. ¡Feliz Año Nuevo para todos!


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