Luego de varios meses de intensa búsqueda de voluntarios, el Centro de Conservación Aguará ya completó los cupos en las diferentes tareas requeridas. Las áreas de bienestar animal, alimentación de crías huérfanas y veterinaria ya se encuentran cubiertas.
Actualmente, cuentan con 60 voluntarios en total, entre fijos y rotativos. Por día, son 16 los que prestan sus servicios en el lugar. "Ya tenemos las áreas completas, pero para veterinaria volveremos a abrir las inscripciones, por lo menos hasta finalizar el año, porque queremos seguir sumando gente", informó Catalina Mancedo, referente del Centro Aguará, en diálogo con República de Corrientes.
Algo que sorprendió a los coordinadores es el gran interés de personas de otros países y provincias en querer formar parte. "Tenemos gente de Chile que quiere colaborar. Eso es muy llamativo porque significa que nuestro trabajo está muy bien visto y que nos tengan como modelo es muy positivo", expresó. Se anotaron también de Brasil y Paraguay.
"Estamos muy contentos de recibirlos. Algo para destacar es que no tenemos fauna en común, pero ellos quieren aprender sobre nuestros animales", resaltó.
Entrenamiento
Los nuevos integrantes del plantel se encuentran en plena etapa de entrenamiento y preparándose para la temporada alta de ingreso de especies, que será en septiembre.
"Para ellos es un mundo nuevo, el manejo con fauna silvestre es muy diferente de lo que piensan", aseguró Mancedo y agregó: "Por eso insistimos en que deben tener aptitud de conservación por sobre todo, es decir, deben poder mantener distancia con los animales, por más frío que suene".
Al ser en su mayoría estudiantes de Veterinaria, las prácticas que llevan adelante les resultan de mucha ayuda para entender cosas básicas de la carrera. "Los chicos ya realizan prácticas profesionales, desde atender a un gato montés hasta a los animales del plantel, y aplicar anestesia a un ñandú, por ejemplo", indicó Catalina, que aclaró que todas estas acciones son supervisadas por los veterinarios del lugar.
En ese sentido, "se hacen amigos entre los miembros. Es muy lindo el vínculo que se forma y eso nos transmite una muy buena energía de trabajo. Nosotros buscamos apoyarlos y que se sientan cómodos", sostuvo Mancedo.
Para poder formar parte del equipo, los interesados deben cumplir con ciertos requisitos, dependiendo del área para el cual se postulen. Uno de los criterios que más valoran al momento de seleccionar personal es el de su carta de intención. "Además del curriculum vitae, se les pide una carta en la que se presentan y expresan por qué les gustaría trabajar con nosotros y brindan información sobre sus aptitudes", explicó.
Rutina
En el centro hay dos tipos de voluntarios, los fijos y los rotativos. Los primeros son aquellos que por venir desde muy lejos se hospedan allí y permanecen de uno a dos meses. Mientras que los segundos asisten al lugar algunos días a la semana, por un período de seis meses.
Por lo general, la mayoría de ellos son estudiantes, por eso no pueden dedicar su tiempo completo a las actividades. "Deben cumplir un día y medio de trabajo por semana y asistir un fin de semana por mes", indicó.
"Cuando cumplen su ciclo, muchos de ellos no se quieren ir y se cambian de área para poder seguir asistiendo", agregó.
Por su parte, son 8 los voluntarios fijos que cumplen sus tareas en la actualidad. Ellos inician su jornada a las 7 y los coordinadores les indican las funciones que deben llevar adelante. "Todos los días se realiza un parte para organizar las tareas del día siguiente. Se hace una reunión de equipo por la mañana y luego se les asigna a cada uno una actividad", indicó Mancedo.
Por lo general, el horario de finalización de las actividades es a las 19, aunque en temporada alta suelen terminar algunas horas más tarde. "Ellos son los ojos de todos. Están todo el tiempo observando el comportamiento de los animales y así aprenden de ellos", sostuvo la voluntaria.
Nuevo centro
Semanas atrás, el gobernador Gustavo Valdés asistió al centro para inaugurar nuevas instalaciones. Ahora, el lugar cuenta con dos habitaciones con capacidad para albergar a los 8 voluntarios fijos; una unidad de cuidados intensivos, además de vehículos como un minibús, una Kangoo y una camioneta 4x4 para rescates.
"También tenemos unos recintos multiespecies para que las aves que están en rehabilitación aprendan a volar antes de ser liberadas", indicaron.
"Esto nos posiciona cada vez más. Somos vistos a nivel mundial. Según las palabras del gobernador, él quiere que sea un centro modelo en toda Sudamérica", comentó la voluntaria.
"La mayoría de los demás lugares como el nuestro son organismos no gubernamentales, es decir, ellos mismos tienen que ver cómo financiarse. Por suerte, nosotros tenemos el apoyo del Gobierno provincial y mensualmente tenemos los recursos necesarios", aclaró.
Fauna
En este último tiempo, no son muchos los ingresos que tienen debido a que es temporada baja. Sin embargo, las causas que más se repiten son de especies lastimadas, víctimas del mascotismo. Entre ellas, crías de ñandú, tucanes, coatíes, monos y lechuzas.
"Tenemos loros habladores, que ingresan con las plumas cortadas y son muy comunes en el tráfico de fauna", informó la integrante del centro. "También hay dos cardenales amarillos que están en peligro de extinción. Estamos en plena rehabilitación para que puedan volver a volar", añadió.
Otro caso por destacar es la incorporación de un oso melero que vino desde Mendoza. Lo habían encontrado deambulando solo y lo trasladaron hasta la sede correntina. Ahora, se encuentra evolucionando favorablemente: "Está superbién, comenzó una alimentación acorde", informaron.