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El desplome de ventas marcó el primer año del gobierno de Milei: ¿qué proyecciones hay para 2025?

 

El consumo de alimentos y de otros bienes en Argentina registró una importante caída a lo largo de este año, debido al impacto que tuvieron en los hogares algunas medidas implementadas en el primer año de gobierno de Javier Milei, como la devaluación –que golpeó al poder adquisitivo de los salarios– y los tarifazos.

En el primer trimestre del año, se registró una suba de la inflación que se mantuvo en niveles de dos dígitos, aunque con un descenso progresivo: enero los precios subieron un 20,6%, en febrero un 13,2% y marzo un 11%. En ese momento, el consumo –tanto en supermercados, autoservicios y comercios minoristas de distintos rubros– registró una baja cercana al 30%.

Con el objetivo de lograr el equilibrio fiscal, la gestión de Milei recortó subsidios al transporte y la energía, eliminando beneficios para sectores de ingresos medios y altos, y redujo las transferencias a las provincias. Además, dio fin a los controles de precios que regulaban una canasta de productos básicos y flexibilizó las condiciones para importar productos de consumo masivo, lo que generó un reacomodamiento en la disponibilidad de productos y de los precios en las góndolas.

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A pesar de que la inflación en los últimos meses fue más moderada, el encarecimiento de los productos, la recomposición de las tarifas y servicios que empezaron a ocupar más lugar en las cuentas y salarios que no acompañaron la magnitud de la inflación del primer trimestre, generó cambios en las compras de los hogares, que achicaron el presupuesto del supermercado, prendas de vestir y recreación.

Paralelamente, el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) informó que en el tercer trimestre la pobreza fue del 49,9%: un 29,9% de los hogares no pagó tasas o impuestos; un 29,4% debió recortar el gasto en medicamentos; y un 27,1% no pudo pagar algún servicio. Si bien este indicador mejoró con respecto al segundo trimestre, el informe indicó que el número no implica una recuperación en los niveles de consumo, dado que “hay un incremento del gasto en servicios”.

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La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) destacó que a partir del tercer trimestre empezó a verse una recomposición en las ventas, aunque en los primeros diez meses de este año el consumo totalizó un desplome del 13,2%.

En cuanto al consumo masivo, en el inicio del año se registró una caída cercana al 30% en la compra de las cuatro categorías que componen este segmento –alimentos, bebidas, higiene personal y limpieza–, en un descenso que según datos de las consultoras Nielsen y Scentia ya tocó piso y se sitúa en torno al 15%.

Si bien para el 2025 se espera una mejora en estos indicadores, hay factores que limitan la recuperación, como el peso que los servicios públicos tendrán sobre los ingresos.

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La titular de la consultora ShopApp, Juana Merlo, analizó: “Si bien hay pequeños repuntes en algunas categorías, estamos lejos de una recuperación sólida. Los consumidores han ajustado sus hábitos, hoy compran en pequeñas cantidades, buscan promociones y precios competitivos, y están más abiertos a explorar opciones como marcas propias o alternativas con una buena relación precio-calidad. Estamos ante un consumidor muy racional y estratégico”.

Sin embargo, remarcó que “la recuperación va a ser lenta y no va a impactar a todos los hogares por igual; de hecho, todo indica que serán los hogares de mayores ingresos los que impulsen la demanda en los primeros meses”.

Por su parte, el líder comercial de NielsenIQ, Javier González, observó que “en términos de consumo, tenemos hasta el mes de octubre una caída del 17,5% y probablemente en los dos meses que quedan del año la tendencia de caída se mantenga”. En este sentido, precisó que el rubro de bebidas fue uno de los que más se derrumbó, con una baja del 20%, mientras que los alimentos mostraron una disminución del 15%.

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