El Gobierno de Javier Milei comenzará desde la semana que viene a tomar «examen de idoneidad» a unos 40.000 empleados estatales, una medida que el Ejecutivo había anticipado en octubre pasado y que todavía tiene varias incógnitas que deben ser despejadas a través de publicaciones en el Boletín Oficial.
La medida formará parte de una nueva etapa del plan de ajuste que la gestión de La Libertad Avanza lleva adelante desde que llegó a la Casa Rosada y que -según números del propio Gobierno- ya desvinculó a más de 30.000 personas que formaban parte del personal estatal.
Ahora otros 40.000 empleados quedarán en evaluación. Se trata de trabajadores de planta transitoria y contratados, que deberán rendir un «examen de idoneidad» diseñado por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
Esta instancia tiene todavía varios puntos que no se detallaron. En un primer momento, el vocero presidencial Manuel Adorni había dicho que el examen «va a ser estandarizado y online para que no haya subjetividad en el proceso», pero algunos medios oficialistas salieron este martes a asegurar que fuentes oficiales adelantaron que se hará de manera «presencial y anónima».
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En teoría, el Gobierno tomará estas evaluaciones para constatar que las personas que trabajan en el Estado cuenten con los conocimientos básicos que les permitan desarrollar una función dentro de la administración pública.
Según publicó La Nación este martes, el examen contendría entre 20 y 24 preguntas, en formato múltiple choice, que testearán el razonamiento, lógica matemática, comprensión de textos y normativa pública. Quienes fallen tres veces rindiendo esta evaluación, no podrán seguir integrando la planta estatal. Aun así, aprobarla tampoco confirmaría la continuidad en el puesto, ya que el programa de ajuste planea continuar con la eliminación de áreas que tengan «funciones duplicadas» y así incrementar el ahorro.
“Para que los contratos sean renovados, se va a requerir indefectiblemente que este examen esté aprobado. Igual, la gente que se contrate a partir del 1 de enero también va tener que pasar por estos exámenes. Va a ser una práctica normal y habitual en el Estado nacional”, adelantó Adorni el 10 de octubre pasado, justo el día en el que el presidente Javier Milei cometió un grosero error matemático al hacer una división para cuestionar a la Universidad Nacional de Rosario.
Las dudas que quedan por resolver deberán despejarse a través de algunas publicaciones en el Boletín Oficial. Cabe tener en cuenta que la exigencia de presencialidad podría significar un problema en una época del año en la que la concurrencia a los puestos laborales merma por las vacaciones.