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«El gobierno cubano prefirió invertir en turismo y no en infraestructuras»

Los cortes de suministro eléctrico en Cuba han sido una constante durante los últimos años, la falta de combustible que alimenta las centrales y lo obsoleto de estas ha provocado grandes problemas, pero ninguno comparable al que está sufriendo estos días la isla. Un gran apagón que el Gobierno cubano no ha logrado resolver, y que ya ha desencadenado protestas en algunos puntos de la isla, lo que provocará una nueva escalada de represión por parte del régimen.«Una ola represiva que ya venía sucediendo –sobretodo contra periodistas– y que hemos estado documentando en la últimas semanas», señala a ABC Johanna Cilano Pelaez , investigadora Regional para el Caribe de Amnistía Internacional, que estos días se encuentra en Madrid.Para Cilano, el apagón en el país caribeño representa «un escalón más de un deterioro total de las condiciones de vida en la isla, que tiene que ver con una sistemática falta de atención, mantenimiento, cuidado del sistema energético, y con el acceso a combustible que necesita el sistema energético. Es una combinación de dos cosas, una infraestructura sobrepasada y obsoleta, por la falta de inversión, y la carencia también de combustible para generar electricidad».Noticia Relacionada reportaje Si Cuba, un apagón de represión y extrema miseria Camila Acosta | Corresponsal en La HabanaA esto se suma también la ausencia de transparencia e información que hay en Cuba para poder tener evaluaciones independientes «de cómo está el servicio eléctrico. Lo que nos dicen las autoridades es que no hay certeza ninguna de cuándo se pueda recuperar con cierta estabilidad el suministro eléctrico».«Lo que nos dicen las autoridades es que no hay certeza ninguna de cuándo se pueda recuperar con cierta estabilidad el suministro eléctrico» Johanna Cilao Pelaez Investigadora Regional para el Caribe de Amnistía InternacionalSeñala, además, que este problema no es nuevo: «Este verano ya se produjeron apagones importantes; la provincia de Camaguey tuvo un promedio de 15 horas diarias de apagón durante todo el verano». Una época en la que el clima caribeño ocasiona una sobredemanda de suministros eléctricos, «lo que provocó algunas señales de alarma ya en ese momento». Cilao insiste en que el colapso del sistema no ha surgido de la nada, ya había dado avisos. «Su tiempo de vida está limitado», subraya.Patanas turcasDurante los última década, Cuba ha suscrito algunos acuerdos con países como China y Turquía para el abastecimiento de energía a la isla, que consume cada año ocho millones de toneladas de combustible, de las que produce tres millones, mientras que el resto tiene que adquirirlas en el mercado internacional, principalmente de Venezuela.Sin embargo, los parches energéticos implementados por el Gobierno cubano no han cubierto las necesidades del país. En 2018 la empresa turca Karpowership firmó los primeros acuerdos con el régimen de Raúl Castro para desplegar las primeras plantas flotantes de energía, conocidas como patanas. Un contrato que renovó en 2021, por un periodo de 18 años, Miguel Díaz-Canel. Pero esta solución a corto plazo no está resultando efectiva debido a escasez de combustible y a los problemas de infraestructura y logística, que provocaron que, en febrero de 2024, cinco de las seis plataformas móviles que había en el país estuvieran paralizadas, según informó en su día el medio independiente \'Diario de Cuba\'.Una de las \'patanas\' turcas contratadas por el Gobierno de Díaz-Canel para suministrar energíaHospitales paralizadosSegún Cilano, este apagón está afectando ya a los hospitales y a los suministros de medicamentos, «hay personas que necesitan insulina –el índice de diabetes es bastante alto en Cuba–, que necesita refrigeración. También hemos visto informes de hospitales apagados completamente, con lo que esto puede implicar para los servicios de atención médica». Esto genera un nivel de angustia que se suma a la que provoca no poder conservar los alimentos.«Durante los últimos años, el auge de las pequeñas tiendas ha hecho que muchas personas (en el exterior) en lugar de enviar dinero, estén mandando alimentos a Cuba. Hacen la compra del mes a sus familiares en la isla. Y si eso se echa a perder, se pierde toda la comida del mes.»Para la investigadora el gran problema de fondo de esta crisis energética ha sido que el Gobierno cubano ha preferido invertir en el sector del turismo, en hoteles, «algo que les la salido muy mal pues ha caído mucho durante y después de la pandemia» en lugar de en infraestructuras.

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