En una reunión con gobernadores ofreció un monto adicional por única vez para los haberes de hasta $ 10.000; así tendría garantizada la sanción de la ley en la sesión especial que fue convocada para el lunes.



Después de la tormenta, el Gobierno encontró ayer la calma. Con el compromiso de entregar una compensación para las jubilaciones de hasta 10.000 pesos, el oficialismo obtuvo el apoyo de gobernadores y diputados del PJ para aprobar la reforma previsional pasado mañana.



El acuerdo, que implica una erogación de unos $ 4000 millones, se selló en una reunión de más de cuatro horas en la Cámara de Diputados, a la que asistieron parte de la plana mayor del Gobierno y nueve gobernadores. El Bloque Justicialista (BJ), bancada más numerosa del PJ no kirchnerista y núcleo del interbloque Argentina Federal, anticipó que dará quorum y votará a favor del proyecto, con lo que estaría garantizada la sanción de la ley.

 

La compensación consistirá en un pago por única vez, en marzo próximo, a jubilados y pensionados con haberes de hasta 10.000 pesos. Para los que hayan hecho todos los aportes, el resarcimiento será de unos 750 pesos en promedio, según informó el Poder Ejecutivo. Los jubilados de la moratoria recibirán la mitad, mientras que los titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH), unos 400 pesos.



Esos fondos, que serán instrumentados por decreto justo después de sancionada la ley, estarán destinados a cubrir el recorte que iban a sufrir los haberes en el momento del empalme entre la fórmula de movilidad actual, de actualización semestral, y la de la nueva ley, de ajuste cada tres meses.



El Gobierno dará más detalles el lunes a la mañana, antes de la sesión, convocada para las 14. Para entonces prepara una foto con un grupo de gobernadores, como una muestra de respaldo explícito a la iniciativa.

 

"El beneficio alcanzará a más del 70 por ciento de los jubilados y pensionados y al 100 por ciento de los beneficiarios de la AUH", dice el documento distribuido después del encuentro desarrollado en el despacho del presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó.

 

Según precisaron los gobernadores, el monto total comprometido por el Gobierno es de unos 4000 millones de pesos. Desde el oficialismo estimaron que la cifra puede ser mayor, aunque no dieron precisiones.

 

Si se tiene en cuenta que, de acuerdo con cálculos conservadores, el ahorro fiscal por el cambio de fórmula será en 2018 de unos 60.000 millones de pesos, la compensación no cubrirá ni el 10 por ciento de ese recorte.



Esto ocurre porque mientras que con la ley actual los aumentos se calculan por la combinación entre la variación de salarios en blanco y la recaudación de la Anses, la nueva fórmula tiene como componente principal el índice de inflación.

 

Otro dato a tener en cuenta es que el aumento sólo compensará la pérdida correspondientes a marzo, pero no las de abril ni mayo, cuando no se abonará el adicional comprometido.

 

Además del anfitrión, del encuentro participaron el vicejefe de Gabinete Mario Quintana; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; los gobernadores oficialistas María Eugenia Vidal (Buenos Aires), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gerardo Morales (Jujuy).

 

También estuvieron los mandatarios opositores Juan Manuel Urtubey (Salta), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Domingo Peppo (Chaco) y Omar Gutiérrez (Neuquén). Salvo este último, del Movimiento Popular Neuquino, el resto es del PJ.

 

La propuesta para entregar una compensación, anticipada durante el debate de anteayer por Elisa Carrió, partió del salteño Pablo Kosiner, jefe del BJ, después de un discurso introductorio de Nicolás Massot, que intentó dejar atrás los reproches por el fracaso de la escandalosa sesión de anteayer.

 

La contrapropuesta del oficialismo fue que el resarcimiento no alcanzara a los jubilados de la moratoria. Los peronistas lograron que se les pague la mitad, pero pusieron un freno a sus aspiraciones cuando el oficialismo ofreció compartir los costos entre la Nación y las provincias. La letra chica del acuerdo quedó a cargo de Quintana, quien hizo los cálculos financieros en el momento para dar el último sí.



"Es un acuerdo que satisface ampliamente los requerimientos que se estaban planteando, con lo cual deja muy buena expectativa para la aprobación de la ley el lunes", dijo Bordet, a la salida del Congreso, tras la reunión. "Todo el interbloque Argentina Federal se comprometió a dar el quorum", reafirmó Urtubey, de jean y zapatillas, por la urgencia con la que se convocó el encuentro.

 

El interbloque de Cambiemos estuvo representado por su presidente, Mario Negri; Massot; Daniel Lipovetzky (Pro); Miguel Bazze (UCR), y Juan Manuel López (Coalición Cívica). Por la oposición, entre otros, los salteños Kosiner y Andrés Zottos, el correntino Oscar Macías, la entrerriana Mayda Cresto y el pampeano Sergio Ziliotto.

 

Este último, cercano al gobernador Carlos Verna, no comprometió su apoyo y pidió tiempo para pensarlo.

 

De todas formas, la presencia del resto del BJ alcanza para garantizar la sesión. "Tenemos la voluntad de cumplir con el compromiso que han firmado los gobernadores", dijo Kosiner, en una conferencia conjunta con Negri, Massot y López, uno de los diputados más cercanos a Carrió.

 

El kirchnerismo y el resto de las bancadas de la oposición, las más críticas de la iniciativa, no fueron convocadas al encuentro.

 

Por redes sociales ya anticiparon su oposición al proyecto que se tratará de nuevo en un Congreso protegido por un amplio operativo de seguridad. La Nación