Política

El Gobierno logró que se apruebe el 72,4% de sus proyectos de ley

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Pese a estar en minoría, logró un balance muy positivo desde que asumió en 2015; consiguió la sanción de los proyectos más importantes, pero debió pagar altos costos.



En los dos primeros años del gobierno de Mauricio Macri , el Congreso sancionó el 72,4 por ciento de las iniciativas que le remitió el Poder Ejecutivo. Pese a hallarse en franca minoría en ambas cámaras, el oficialismo puede exhibir un balance positivo de su tarea parlamentaria en esta primera etapa, aunque a costa de resignar objetivos propios y de efectuar más concesiones a la oposición que las que esperaba.



En dos años, el Poder Ejecutivo envió 250 iniciativas al Congreso, entre proyectos de ley y propuestas de designación de jueces, diplomáticos y promoción de militares. Según un relevamiento que realizó LA NACION Data, de todas ellas se sancionaron 181 en total, mientras que otras 14 ya tienen media sanción. El oficialismo confía en que las más importantes se conviertan en ley con el comienzo del próximo período ordinario de sesiones. Es el caso de los proyectos de Compre Nacional, iniciativa que le otorga prioridad a las pymes en las compras del Estado, y la de Financiamiento Productivo, que modifica la ley de mercado de capitales.



En el balance, el oficialismo puede vanagloriarse de que los proyectos más importantes y urgentes para el Poder Ejecutivo fueron sancionados. En el tintero quedan, entre las más relevantes, la reforma laboral, el próximo gran desafío del Gobierno; la modificación de las leyes del Consejo de la Magistratura y del Ministerio Público; la reforma política (una obsesión del presidente Macri); el traspaso de la Justicia Nacional a la Capital y un nuevo sistema de subrogancias en la Justicia. En materia penal, siguen pendientes de tratamiento el régimen de prevención y sanción de delitos en espectáculos deportivos y el proyecto que agrava las penas para quienes producen, venden y trafican pasta de cocaína (paco).

 

Es que, sin dudas, los mayores esfuerzos del oficialismo se volcaron a la sanción de las leyes económicas que requería el Gobierno. Los últimos días de 2017 fueron de vértigo: se aprobaron las reformas tributaria y previsional; el Consenso Fiscal con las provincias; el presupuesto 2018, la prórroga del impuesto al cheque y el acuerdo de Responsabilidad Fiscal suscripto con los gobernadores, que impone férreas pautas de contención del gasto público a las provincias.



Eso sí: aprobar semejante agenda en minoría en ambas cámaras y en tiempo récord le costó caro al Gobierno. La reforma previsional, que redundará en una baja de los aumentos que percibirán los jubilados en sus haberes, desató tal ola de violencia en las calles que el Gobierno se vio obligado a modificar la iniciativa, amén de afrontar la mayor crisis política desde que Macri asumió el poder. Escaldado por el trauma que le provocó ese debate, el Gobierno no quiso arriesgar y, para asegurar la sanción del resto del paquete económico, se allanó a los reclamos de los gobernadores por más presupuesto en sus provincias.

 

Así las cosas, los mandatarios peronistas se salieron con la suya y se llevaron $45.000 millones extra en más obras públicas y en concesiones tributarias. Aun así, el balance es positivo para el oficialismo. "Después de 12 años de mayoría absoluta (del kirchnerismo), es la primera vez que el Congreso muestra semejante nivel de negociación y consenso, lo que demuestra que hay sectores de la oposición dispuestos a contribuir a la gobernabilidad y que hay un Gobierno que es consciente de que no puede imponer lo que quiere", enfatizó el jefe del interbloque de diputados de Cambiemos, Mario Negri .

 

"No solo es importante la cantidad de proyectos aprobados; también la calidad de esos proyectos. Durante los dos primeros años, y con sólo 86 diputados y 15 senadores propios, logramos sacar leyes claves: el pago a los holdouts, la reforma de la ley de Ganancias, el acceso a la información pública, el paquete de leyes penales contra la corrupción, y muchas otras. Esto desmiente que haya una oposición que naturalmente busca infringir derrotas parlamentarias al oficialismo y que haya un Gobierno que pretenda gobernar por decreto", agregó.

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