Las pymes constructoras aguardan con renovadas esperanzas el inminente lanzamiento de planes de obras públicas y líneas de crédito para desarrollos urbanos que las pongan en movimiento y eviten su colapso.
Desde la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina observamos una serie de anuncios muy auspiciosos en cuanto a que la construcción será la punta de lanza de la reactivación productiva.
Los planes procrear ya lanzados, están dinamizando al sector de proveedores de bienes y servicios de la construcción. En esa línea se suman profesionales independientes, arquitectos, ingenieros, agrimensores, etc, y una pequeña fracción de la mano de obra desocupada, que lentamente encuentra oportunidades de trabajo.
Durante las últimas reuniones mantenidas con funcionarios del Ministerio de Desarrollo Territorial, hemos manifestado expresamente nuestra vocación de contribuir en el diseño de alguno de los futuros planes, que verdaderamente sean capaces de contener la elevada demanda de trabajo de cientos de pymes constructoras diseminadas por todo el país.
En este sentido, advertimos que el contexto genera una oportunidad histórica para diseñar un plan nacional de viviendas. Por un lado, permitirá morigerar el creciente déficit que a la fecha supera los 3,5 millones de viviendas y, por otro lado, generará empleo formal y capacitación en los sectores más vulnerables de la sociedad.
En el momento que se decida combatir la pobreza estructural argentina, las pymes constructoras serán quizás el arma más potente con que pueda contar el Estado Nacional. En relación a esta angustiante realidad que involucra a muchos compatriotas, podemos afirmar que “la vivienda” representa el espacio de contención necesario e imprescindible para que las familias puedan desarrollarse armónicamente en cuanto a condiciones mínimas de salud física y mental, educación, seguridad entre otros tantos aspectos.
Realmente, el potencial de las pymes constructoras para incorporar formalmente mano de obra calificada y no calificada, implementar eficientemente planes de vivienda, urbanizar y consolidar tramas urbanas, extender redes de infraestructura secundaria en barrios vulnerables y distribuir saludablemente recursos en distintas regiones es ciertamente incomparable.
Muchos años estuvimos esperando que el Estado aproveche el enorme potencial de las pymes constructoras. El mensaje difundido por estos días pareciera estar en sintonía con las expectativas. Una buena articulación con los funcionarios competentes iniciará un circulo virtuoso que Argentina deberá sostener a través de los años para compensar en algún momento el legítimo reclamo de la vivienda propia.