Internacionales

El mejor de los occidentales

La escena de acoso a Volodímir Zelenski en el Despacho Oval por parte de Donald Trump y J.D. Vance ha debido de entusiasmar a Vladímir Putin . Su portavoz oficioso, el expresidente Dimitri Medvedev , enseguida ha publicado una nota de alabanza a los aliados del Kremlin en Washington. Siente gratitud hacia los que hacen el trabajo por ellos y repiten las amenazas rusas de desatar una tercera guerra mundial si no pueden quedarse con Ucrania.La bronca había sido buscada por los anfitriones de Zelenski, una manera burda de confirmar que se han pasado de bando y que no les compensa el acuerdo que reclamaban sobre extracción de minerales en Ucrania.Pero el episodio permite preguntarse cuál es la mejor manera de relacionarse con Trump en su segunda reencarnación. Hasta ahora, varios dirigentes europeos habían intentado el camino de la adulación y los espejuelos, con mensajes que regalan los oídos del imperialista-en-jefe. La escena de sir Keir Starmer esta misma semana ofreciéndole un trato menor sobre la base militar conjunta de Diego García en el Índico parecía una escena de comedia de Monty Python , con el inglés desplegando un mapa y apelando a su inclinación por los negocios inmobiliarios. La visita de Emmanuel Macron exagerando los gestos de amistad y las palmaditas también contrasta con la dignidad y la seriedad del ucraniano, que se niega a ser el perrito faldero de Trump. La invasión rusa en curso y los miles de compatriotas muertos y heridos simplemente se lo impiden.Noticia Relacionada estandar Si La política \'reality\' de Trump hace estallar su relación con Ucrania Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York La ruptura en directo de las relaciones entre los mandatarios deja una escena sin precedentes que plantea la duda sobre si fue orquestada por los anfitrionesLos europeos harían bien en aprender que el matonismo no se resiste con la sumisión y el agradecimiento. No hay más remedio que buscar acomodos con el único aliado que hasta ahora garantizaba la seguridad continental, pero las formas son también el fondo. Por su parte, Trump ya se ha dado cuenta de que no es tan fácil terminar la guerra de Ucrania en veinticuatro horas como prometió durante la campaña electoral. Si no consigue un triunfo rápido y fácil, se cansará del asunto, culpará todavía más al agredido y centrará su atención en otros negocios.

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