Jimmy Carter , 39º presidente de Estados Unidos, ha visto cómo le sucedían otros seis inquilinos en la Casa Blanca... y quiere seguir vivo para ver a un séptimo. O, más bien, séptima. Y es que el centenario líder demócrata tiene una ilusión vital que, tras llegar a los 100 años , sabe que no es fácil: votar a Kamala Harris el próximo 5 de noviembre.Lo confesó su nieto Jason, uno de los encargados de cuidarle en Plains, Georgia, donde su familia tiene su famosa plantación de cacahuetes sobre la que fundaron su imperio económico. Allí es donde ha trascendido una imagen muy comentada en las últimas horas: la de Carter, en silla de ruedas , viendo una exhibición de aviones históricos en el jardín de la finca.Su aspecto habla por sí mismo. Muy demacrado y con evidente desgaste físico, apenas puede moverse y su fragilidad impresiona. En el vídeo captado por la CBS se ve cómo uno de sus cuidadores le sacó al jardín, le acomodó a la sombra de los árboles y le puso de cara al espectáculo. Todo ello rodeado de sus familiares.Los suyos saben que el tiempo del que están disfrutando ahora con el que fuera presidente del mundo libre en los años 70. En febrero de 2023, con 98 años y apenas unos meses antes de enterrar a su esposa Rosalynn , él y su familia anunciaron que no iban a seguir los cuidados médicos que requiere en un hospital, sino que elegían asumir los cuidados paliativos en su casa hasta el fin de sus días.Sin embargo, y para sorpresa incluso de sus propios médicos, Carter no solo cumplió 99 sino que ha llegado a los 100 años. Sus familiares, empezando por su nieto Jason (tiene otros seis), que además fue senador por Georgia entre 2010 y 2015, están más que satisfechos por ver cómo, aunque la vela de su vida se apaga, el querido patriarca de la familia sigue ilusionado y dando ejemplo de actividad política. Prueba de ello es que tiene un sueño: llegar al próximo 5 de noviembre para votar , aunque sea por correo, para darle su apoyo efectivo a Kamala Harris, candidata demócrata a las elecciones.El propio Jason Carter contaba unos días antes del 100º cumpleaños de su abuelo que este se encuentra «mental y emocionalmente involucrado en lo que sucede a su alrededor y en las noticias», aunque como es normal intentan evitarle sobresaltos. Por eso, eligen cómo y qué informaciones recibe, ya que en su frágil estado de salud puede suponerle una seria descompensación.