Opinión del Lector

El P-3 Orion y el Atlántico Sur

La compra de cuatro aviones P-3 Orion, más los cuatro patrulleros oceánicos recién incorporados, la rehabilitación de la base aérea de Río Gallegos y la creación de una base en Tolhuin (Tierra del Fuego) son la evidencia de lo prioritario que es la Defensa nacional para el actual gobierno.



El flamante acuerdo firmado para incorporar cuatro aviones P-3 Orion a la Armada de la República ratifica el rumbo emprendido por el gobierno actual en el diseño de una estrategia prioritaria de operación en el Atlántico Sur como el eje decisivo de la política de la Defensa nacional.



La referida estrategia consignada en muy diversos pronunciamientos del ministro de Defensa, Jorge Taiana, y sellada en la última Directiva Política de Defensa Nacional (DPDN), plantea que la enorme extensión del mar Argentino, incluido el espacio exterior de la plataforma continental, la recuperación de la soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias, Sandwich del Sur y espacio marítimos cercanos, más la reivindicación de los derechos sobre el sector Antártico comprendido entre los paralelos 25 y 74 y el meridiano 60, constituyen el objetivo básico de la Defensa nacional siguiendo la política exterior de la Nación.



A operar sobre este terreno concurre la prestación que brindarán los P-3 Orion, una adquisición que se realizará sobre la base del eficaz Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF).



Los P-3 Orion fueron adquiridos a la NDMA (la Agencia de Material para la Defensa del Reino de Noruega), la entidad estatal del país escandinavo encargada de su equipamiento militar, aunque el avión es un producto de la poderosa empresa Loockheed de los Estados Unidos que, durante el menemismo, supo administrar la Fábrica de Aviones de Córdoba.



Los aviones, que se encuentran en Estados Unidos, fueron autorizados en su venta por el gobierno de Washington. Son adquiridos en dos versiones: el P3-N (para operaciones de Búsqueda y Rescate y Sostén Logístico Móvil) y el P3-C (de Exploración).



Ambas tienen un potencial de vuelo de 17 mil horas. El P-3 Orion posee un radio de acción de 1500 millas náuticas (unos 2780 km.) lo que le permite una autonomía de 12 horas de vuelo. Pueden operar desde cualquier base y litoral marítimo y aterrizar en pistas cortas y de segundo nivel.



El P-3 Orion fabricado por la Loockheed Martin es una máquina con similitudes con el Hércules C-130, el aparato que cumple en estos momentos la tarea de repatriación de los argentinos que en Israel desean volver al país en el marco de los trágicos acontecimiento que se suceden en la región. El P-3 Orion es una nave de patrulla marítima y reconocimiento y puede ser utilizado en la guerra anti-superficie y anti-submarina. Posee una bodega de bombas y también estaciones sub-alares de carga que pueden contener misiles navales aire-superficie. También puede equiparse con un Detector de Anomalías Magnéticas (MAD), lo que le permite detectar submarinos.



Esta significativa arma de combate, exploración y rescate quedará insertada en los diversos movimientos realizados por el Ministerio de Defensa en la zona Sur del país. En primer lugar la constitución del Comando Marítimo Conjunto (CMC), dependiente del Estado Mayor Conjunto (EMCO) de las Fuerzas Armadas que reúne el potencial marítimo nacional para controlar el desplazamiento de barcos con objetivos económicos (notoriamente pesqueros) dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de las 200 millas y, por cierto, los movimientos militares que se puedan producir en ella desde los emplazamientos de la OTAN bajo control británico en las Islas Malvinas.



A ello se sumaron progresivamente cuatro patrulleros oceánicos (ARA-Piedrabuena, ARA-Contralmirante Cordero, ARA-Almirante Storni y ARA-Bouchard), dedicados exclusivamente al control superficial, que ahora será potenciado por la presencia de los P-3 Orion.



Otras acciones


A estas presencias se sumó la rehabilitación de la base aérea de Rio Gallegos a la que se trasladó una dotación de aviones Pampa, afectados también a tareas de control en la región austral. La extensión de este dispositivo se incremento por el desarrollo de la Base Naval de Ushuaia como una unidad conjunta de las Fuerzas Armadas y, por último, por la creación de la primera unidad del Ejército en la Isla de Tierra del Fuego en la localidad de Tolhuin. Allí con un dispositivo, también combinado, se instalará una unidad del Ejército -probablemente un grupo de Ingenieros- que apoyará el desarrollo de todas las tareas de Defensa en la región.



A toda máquina, las acciones de Defensa en el Sur están desarrollando un despliegue significativo de fuerzas y, sobre todo, de ejecución de una estrategia coherente. Mientras tanto, las Fuerzas Armadas desarrollan acciones significativas dentro y fuera del país.



En el primer escenario continúa el desarrollo del Operativo Regreso Seguro desde Tel Aviv de ciudadanos argentinos través del mencionado aparato C-130, apoyado con otro, un Boeing 737 también de la Fuerza Aérea, y con la etapa final a Buenos Aires por cuenta de Aerolíneas Argentinas.



La otra, que culmina el próximo domingo 22, es la custodia del proceso electoral presidencial, tarea conducida a través del EMCO y bajo la dependencia de la Cámara Nacional Electoral. En un caso la política exterior y la seguridad de los ciudadanos, en el otro, la política interior y la soberanía popular; en los cuarenta años de la reconstitución democrática argentina.

Autor: Jorge Luis Berneti|

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