Sociedad

El padre de Aylan: "¿De qué me sirve ahora que se me ofrezca el mundo entero?"

Abdullah Kurdi dijo que sólo emprendieron el peligroso viaje clandestino junto a su familia porque les fue rechazada la entrada legal.
Abdullah Kurdi, el padre del niño ahogado cuya imagen sobre la arena sacudió al mundo, señaló hoy que las ofertas de asilo llegan demasiado tarde. "Si se me da ahora el mundo entero, ¿de qué me sirve?. Ya no tengo ni mujer ni hijos", manifestó en una entrevista concedida al diario Le Journal du Dimanche (JDD).

Kurdi subrayó que el hecho de ser rechazados como refugiados de forma legal fue lo que provocó que emprendieran ese viaje clandestino. La familia vivía en Damasco, pero el recrudecimiento del conflicto sirio les hizo partir primero a Aleppo y posteriormente a Kobane y a Estambul, ciudad en la que contó que no les era posible vivir.

Él sólo llegó a Europa por el bien de sus hijos (Teema Kurdi, hermana de Abdullah)

"A cualquier familia siria emigrada, a menos que haya miembros de la familia que trabajen, le es imposible sobrevivir", señaló Kurdi, que aseguró haber solicitado antes de la tragedia refugio en Canadá, donde vive una de sus hermanas.

Su hermana, aseguró, estaba dispuesta a hacerse cargo de toda la familia, por lo que el Gobierno canadiense no hubiera tenido que afrontado ningún gasto, pero las autoridades canadienses "no aceptaron". El gobierno canadiense niega haber recibido esa petición.

Hace un par de días, Kurdi también rechazó el ofrecimiento de ese país de inhumar a su familia en la ciudad donde vive su hermana y otra oferta de emigración legal a Turquía. El hombre dijo que desea permanecer en la misma ciudad donde está enterrada su familia, Kobane, en la frontera entre Siria y Turquía.

Teema Kurdi, hermana de Abdullah. "Él sólo llegó a Europa por el bien de sus hijos", contó otro de sus hermanos, Suleiman. "Ahora que están muertos, quiere estar cerca de ellos en Kobane".

Durante el entierro, Abdullah expresó su deseo de que la muerte de sus hijos "sea la última" y que sirva para sacudir las conciencias de quienes habrían podido evitarla. "Quiero que los gobiernos árabes, no los países europeos, vean a mis hijos y que por ello ayuden a la gente", dijo.

LA TRÁGICA ODISEA DE LOS KURDI

La ciudad de Kobane estuvo en manos de los rebeldes jihadistas de Estado Islámico (EI) hasta febrero pasado, cuando pasó a control de las milicias kurdas. Sin embargo, el asedio de EI continúa. De hecho, en junio pasado una bomba destruyó la casa de los Kurdi, lo que forzó la huida familiar.

Su esposa y sus dos hijos, de tres y cinco años, murieron en la noche del martes a causa del naufragio de la barca en que viajaban intentando alcanzar una isla griega. La familia, según su relato, había pagado 4.000 euros a traficantes para que organizaran la travesía a Kos, en la que embarcaron en un bote con otras nueve personas desde la zona del balneario turco de Bodrum.

(Fuente: lanacion.com)

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