Política

El Partido Justicialista en su hora más delicada

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Rápidos de reflejos, desde lo que queda del Partido Justicialista, después del magro 19% de sufragios cosechados el domingo 2/J, se convocó en emergencia al Consejo Provincial para enrostrarse esta lamentable campaña que le cedió a la alianza ECO Cambiemos más del 60% de mayoría en todos los cuerpos colegiados de la Provincia. Llámese Legislatura o concejos deliberantes, donde peligrosamente manejarán todo a su antojo, condicionando incluso a los intendentes que no sean de la propia bandera. Y van por más o, mejor dicho, van por todo.



Transcurridos varios días de la contundente derrota electoral en estas legislativas provinciales, no se escuchó ninguna voz crítica asumiendo este papelón electoral. Solo se limitaron a tirar al agua un salvavidas naranja con la propuesta “Alberto Fernández – Cristina Fernández” de cara a las PASO de agosto y las presidenciales de octubre. Del domingo 2 de junio, no se escuchó nada.



“Le hemos dejado servido a ECO el triunfo”, se animó a esbozar contra las paredes el apoderado del PJ, Félix Pacayut. Es un buen interrogante que impondrá respuestas en el encuentro peronista del sábado con el Consejo Provincial. Un por qué, que exige muchas responsabilidades.



Algunos descocados derrotados, se animaron a gritar por una “intervención” al PJ Corrientes. Como si esa fuera la solución y extirpara todos los males del payé correntino que aqueja al justicialismo provincial hace más de 40 años. Una intervención no sería la mejor imagen para una expectante nación justicialista de cara al combate central por las presidenciales de octubre, en el intento de recuperar un país que se debate en su crisis más profunda. Menos aun teniendo en cuenta las nueve victorias consecutivas que se obtuvieron en otros tantos distritos; donde el Justicialismo volvió a hacerse fuerte, superando al oficialismo nacional de Cambiemos rechazado de manera contundente por la mayoría de la sociedad argentina.



Menos en Corrientes donde inexplicablemente se le dejó servido el triunfo al conservadurismo provincial, por la impericia propia de no saber superar las mezquindades individuales de una dirigencia que solo se conforma con mínimas responsabilidades, consagrando apenas unos legisladores y muy pocos concejales.



Así como es peligroso que el gobierno de ECO maneje sin sobresaltos la Legislatura y los municipios. Más peligroso es que van por más o por todo lo que queda, como la veintena de municipios –en su mayoría justicialistas- que pondrán en juego la cabeza de sus intendentes, con enormes posibilidades que pasen a manos del oficialismo provincial. En octubre se verá.



No es poco, porque desde las usinas oficiales se muestran tranquilos a sabiendas que tienen allanado el camino para preparar una reelección de Valdés en el año 2021 o, lo que sería lo mismo, el retorno de Ricardo o a quien ECO le venga en ganas. Total, enfrente solo está la selva.



Es casi un hecho que en la reunión del Consejo Provincial Justicialista del sábado, no se zanjarán las diferencias internas existentes. No se van a olvidar. No es tan fácil. Se sobreviene la autocrítica del mayor papelón histórico que se recuerde en las urnas correntinas, de los que se dicen justicialistas.

Los mismos que no se quieren llevar esta paliza electoral a sus casas; ni mucho menos hacerse responsables de esta derrota.



Habrá que ver si son capaces de mirarse a los rostros y sentirse conformes con mínimos escaños en la legislatura y en los concejos deliberantes.

 

La grandeza de PJ no se dimensiona, como para conformarse con tan poco; sacarse el polvo de la derrota de las chaquetas e insistir como que aquí no ha pasado nada. De esta manera, con los mismos actores de siempre, el PJ Corrientes podría marchar hacia otra contundente experiencia en agosto o bien en octubre. Algo que no lo desea ningún peronista bien nacido.

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