Política

El PJ tendrá interventor y asumirá el martes 27 de agosto

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El cargo será ocupado por Julio Sotelo, parlamentario del Mercosur por el Chaco y dirigente justicialista con destacada trayectoria en la vecina provincia.

 

Tendrá la nada fácil tarea de regularizar una fuerza que desde hace años anda a los tumbos, dominada por la "Cooperativa", que se encargó de descalabrar cada una de las chances de convertir al peronismo vernáculo en opción de poder.

 

Las bases del justicialismo local confían en comenzar una nueva etapa, donde los responsables de las peores derrotas de la historia partidaria den un paso al costado y oxigenen la orgánica. El denominador común es priorizar las elecciones presidenciales, dejando la elección de nuevas autoridades para el año venidero, en un proceso transparente que garantice la más amplia participación.

 

Una característica de la conducción cesante fue precisamente postergar y evitar las internas. Julio René Sotelo, ex presidente del PJ del Chaco, será el nuevo interventor del Partido Justicialista de Corrientes (PJ), que iniciará un proceso de normalización tras la acefalía de autoridades.

 

El martes asumirá al frente de una fuerza desmembrada, bastardeada, inmersa en la desidia tras años y años de desmanejos realizados por dirigentes que supieron jactarse de conformar la denominada "Cooperativa", que llevó a la peor derrota electoral del peronismo hace menos de tres meses.

 

Se trata de un exponente del justicialismo chaqueño con una vasta trayectoria. En la actualidad se desempeña como Parlamentario del Mercosur, además es Secretario General del PJ de la vecina provincia. Supo ser funcionario público en la Gobernación de Baroni, donde ejerció como Ministro de Gobierno, Justicia y Educación.

 

También fue Presidente de la Cámara de Diputados y titular del bloque del PJ en la Convención Constituyente que logró la reforma constitucional en 1994. Siempre supo andar tras bambalinas, aprovechando su capacidad de conseguir consensos.

 

Es más, fue un actor clave en el acuerdo de "Coqui" Capitanich y Domingo Peppo; de hecho, para su designación hubo gestos de buena voluntad desde el peronismo correntino, que consintió que se formalice aún sin una convocatoria ni decisión formal del PJ Nacional, en una clara señal de la necesidad de contribuir al apoyo a la fórmula Fernández-Fernández para las decisivas elecciones del 27 de octubre.

 



Sotelo entrará a la sede de calle Salta (en la Capital provincial) con una espalda suficientemente ancha como para marcar la cancha y buscar cierta normalidad dentro del partido, algo que no se consiguió durante décadas, pero que supo enmascararse con acuerdos subrepticios entre los mismos de siempre, que fueron mutando según la conveniencia de las coyunturas, dejando en segundo plano al justicialismo, alejándolo de cualquier posibilidad de instalarse como opción de poder.

 



El Interventor tiene por delante amalgamar diálogos que posibiliten una oxigenación, teniendo en cuenta la voz de los sectores y la militancia que desde hace tiempo vienen clamando para ser escuchados sin obtener hasta el momento resultados positivos.

 



Desde el martes, pondrá bajo análisis el 18 por ciento de las elecciones de junio, con sus responsables directos, las molestias y vergüenzas que ello ocasionó, así como las propuestas para salir de esta caída libre, que algunos de la Cooperativa (sumados los de La Cámpora) intentaron soslayar celebrando los resultados de las Paso como propios, obviando adrede que los votos obtenidos en este distrito fueron traccionados por Alberto y Cristina Fernández, que capitalizaron el fuerte rechazo al macrismo del cuerpo electoral de Corrientes.

 



Sotelo deberá discernir entre las estrategias espurias que caracterizaron a los "bucaneros" y las ideas de otros exponentes que exclaman la necesidad de reflotar al partido para figurar como potencia política en 2021.

 



Hasta el momento, sólo se sabe que los papeles serán presentados ante la Justicia este lunes, con la asunción el martes. El dirigente chaqueño eligió con inteligencia el silencio, tal vez hasta ocupar una poltrona candente e incómoda.

 

La mirada de la orgánica nacional

 



Un ordenado trabajo de la intervención podría concluir con el fortalecimiento del partido de cara a las elecciones de 2021, que en la eventualidad de un triunfo de la fórmula Fernández-Fernández requeriría que en Corrientes estén dadas las cosas para brindarle al tándem un triunfo en la elección de medio tiempo en la que Corrientes sería la única Provincia que pondría en juego la Gobernación.

 

De ahí que después del 27 de octubre se entre a analizar la complejidad del proceso normalizador con la clara idea de legitimar por internas la realidad política de un distrito que a la vista del PJ Nacional no ofrece la necesaria claridad.

 



La historia de los interventores

 



Muchos fueron los interventores partidarios que vinieron y salieron mal de Corrientes en las últimas tres décadas. El primero de ellos, el ex gobernador y senador de La Pampa, actual presidente del PJ, Rubén Marín que en 1988 -luego de dar vuelta la Provincia- terminó yéndose para nunca más volver.

 

No podría decirse que salió mal, simplemente se dio cuenta de las dificultades que ofrecía el justicialismo local, por entonces atrapado en una dura interna entre el legendario caudillo Julio Romero y Rodolfo Martínez Llano, que a la postre terminó imponiéndose en las elecciones del 16 y 18 de diciembre de 1990. Hubo varias más, ninguna de las cuales pudo sortear los escollos de una realidad compleja. 

 

La más emblemática fue la de Vicente Joga, quien a pesar de haber sido propuesto como interventor por el propio Martínez Llano junto a Agustín Díaz Colodrero y Carlos Farizano terminó librando una dura batalla contra el ex Diputado nacional, cuando quedó en evidencia que tenía un proyecto propio que convertía a Corrientes en cabecera de playa para su proyección nacional.

 

Fueron cinco años de una dura disputa en la que pasó de todo, quedando en el recuerdo la admonición de Martínez Llano de que Joga saldría reculando y en chancletas, lo cual terminó siendo una realidad, con el agravante de que la pelea le hizo descuidar el control de su Provincia en beneficio de Gildo Insfrán. El eclipse del liderazgo de Joga se acentuó luego con la imposibilidad de acceder al Senado de la Nación, al término de su mandato, por la negativa de Ani Pena, quien debía renunciar para posibilitar la asunción del ex hombre fuerte de Formosa.

 

La pelea tuvo además dos capítulos intermedios. El primero, con la decisión de la Cámara de Diputados, que impidió la incorporación del diputado electo Jorge Abib, mano derecha de Joga; hecho que se produjo en 1995 y que posibilitó el ingreso de Mirta Salazán, quien a la postre terminó siendo el voto 18 cuatro años después, cuando se llevó a cabo el juicio político a la fórmula Braillard-Maidana.

 

La réplica llegó dos años después, cuando Joga intentó impedir la asunción de Martínez Llano como diputado, aunque esta vez no logró número suficiente y el ex legislador nacional terminó siendo Presidente de la Cámara, desde donde condujo la ofensiva contra el régimen nuevista.

 

Los temas a resolver

 



El flamante Interventor, antes de avocarse a la normalización partidaria, tiene por delante suscribir las alianzas para las elecciones comunales del 27 de octubre y buscar acuerdos para la lista de concejales en las veinte comunas que se votan con las nacionales, y –finalmente- ponerse al hombro la organización y conducción de la campaña presidencial en Corrientes.

 



En lo que hace a la nominación de los concejales, no será tarea fácil. Aunque la cintura política del Interventor asegura que sabrá buscar el equilibrio para contener a los sectores internos, lo cual cobra importancia decisiva porque ni los intendentes tendrán cheques en blanco para imponer nombres, ni sería lógico tener en cuenta los resultados de las Paso, donde sólo uno de los sectores corrió con boleta larga ni los del 2 de junio, en que la llamada Cooperativa se apropió indebidamente de la sigla del Frente para la Victoria en desmedro de los demás.

 



Al momento de caer el cronograma electoral, a pocas horas del cierre de listas, la única expresión interna que había completado nómina de candidatos fue Vamos Compañeros.

 



Ahora, uno de los temas en carpeta del nuevo Interventor será la reforma de la carta orgánica, eliminando las internas abiertas que son de muy difícil implementación por tratarse de un padrón de casi 700.000 correntinos. Se volvería así a la elección a padrón cerrado, previa una campaña masiva de afiliación y una amnistía para posibilitar el regreso de muchos peronistas que renegaron de las prácticas de la llamada Cooperativa.El Libertador

 

 

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