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El plan de defensa de Trump con láseres espaciales para destruir armas nucleares

El presidente Donald Trump este 28 de enero ha firmado una orden ejecutiva para el desarrollo de un sistema de defensa de misiles Iron Dome , análogo al de Israel. «La amenaza de las armas estratégicas de nueva generación no ha disminuido, sino que se ha vuelto más intensa y compleja», ha sido el argumento para impulsar esta iniciativa. Pero este proyecto, en realidad, rebasa al de los israelíes. Estaría diseñado para destruir misiles hipersónicos y enfrentarse a misiles nucleares con el uso de láseres espaciales. Una propuesta que para los expertos es una versión renovada del programa ideado en 1983, durante la Guerra Fría con Ronald Reagan, de nombre \'Star Wars\'. Reagan señalaba por entonces que la seguridad global ya no descansaría en la llamada doctrina de destrucción mutua asegurada. En su lugar, EE.UU. produciría armas espaciales que aniquilasen instantáneamente cualquier misil nuclear lanzado contra ellos. «Mantenemos la paz mediante nuestra fuerza; la debilidad sólo invita a la agresión» , dijo Reagan. Sin embargo, el proyecto se abandonó porque la idea rebasaba a la tecnología de la época.Destruir al arquero y no solo el arcoEl actual sistema para los especialistas sería más sofisticado y el despliegue de un proyecto semejante tendría un precio prohibitivo . Más aún si tenemos en cuenta que un modelo de defensa espacial modesto requiere 650 satélites a un costo de 300.000 millones de dólares. Y entre otras cosas porque EE.UU tiene 9,6 millones de kilómetros cuadrados, mientras que el territorio de Israel es de 22.100 kilómetros cuadrados . Noticias relacionadas De \'tryhub\' a \'DragonFire\' Las armas láser de Ucrania y China capaces de cortar metal o cegar soldados Alexia Columba Jerez La carta secreta de Putin El Cosmos 2553, precursor de un arma espacial nuclear sin precedentes Alexia Columba JerezY el ingenio de China y Rusia sería capaz de contrarrestar sus capacidades. Una iniciativa no exenta de polémica que ya ha provocado que el Boletín de Científicos Atómicos adelantara su «reloj del fin del mundo» un segundo más cerca de la medianoche nuclear. Mientras que Elon Musk haría caja con este proyecto y el gobierno haría concesiones a SpaceX para poner a los satélites en órbita.La lectura que hacen los expertos de \'Financial Times\', deja en evidencia amplias diferencias con el usado en el Estado hebreo. Este sistema sólo defiende pequeñas áreas de misiles de corto alcance, de bajo vuelo y no nucleares. Mientras que « la iniciativa de Trump busca interceptar misiles balísticos intercontinentales que viajan 100 veces más lejos y siete veces más rápido. Y exige el despliegue de interceptores espaciales (una red de satélites, algunos de ellos equipados con láseres)«. Y otra capa de interceptores de menor altitud si los láseres fracasaran en su función. Si con eso no fuera suficiente, la ambición del proyecto también quiere «capacidades para derrotar ataques con misiles antes del lanzamiento, es decir un sistema que destruya al arquero y no sólo la flecha«. Un despropósito para los analistas, que dicen que no existe «una manta mágica» antimisiles a prueba de fugas desde el espacio, según señala Tom Karako, experto en misiles del CSIS, al medio británico.Un informe del Congreso de diciembre de 2024 ya admitía que los funcionarios de defensa de Estados Unidos habían declarado que las arquitecturas de sensores terrestres y espaciales actuales son insuficientes para detectar y rastrear armas hipersónicas. El exsubsecretario de Defensa para Investigación e Ingeniería, Michael Griffin, señaló que «los objetivos hipersónicos son de 10 a 20 veces más tenues que lo que Estados Unidos normalmente rastrea mediante satélites en órbita geoestacionaria». Y sentenciaba ante el Congreso que los Estados Unidos en este campo no «tiene sistemas que puedan poner a China y Rusia en riesgo, y no tenemos defensas contra sus sistemas».Una tecnología que aún no existe y unos enemigos con recursosA esto se une otra proeza que este escudo tendría que ser capaz de detectar, interceptar y destruir misiles nucleares balísticos durante la llamada fase de impulso, «el período de tres a cinco minutos antes de que entren en órbita», revelan a FT. Lo que implica una tecnología aún inexistente de rayos láser con un alcance de cientos de kilómetros. El reto es la «efusión térmica», en la que la energía de un láser calienta la atmósfera que lo rodea y reduce la potencia del haz. Y a esta lista de obstáculos que el escudo tendría que cubrir se sumaria que habría que alimentar los láseres con minirreactores nucleares o con paneles solares . Algo que no es posible desarrollar «al menos en el corto plazo», apuntó Fabian Hoffmann, experto en misiles del Proyecto Nuclear de Oslo a FT. Y los enemigos de EE.UU. tampoco se quedarían quietos, y ya disponen de armas antisatélite. Un análisis técnico de 2000 explica que una contramedida sería el uso de una «cubierta refrigerada» que cubra la ojiva nuclear para engañar a los misiles interceptores que buscan calor.Asimismo, Zhao Tong, miembro del Carnegie Endowment for International Peace, detalla que Rusia, por ejemplo, podría cargar más ojivas nucleares en los misiles balísticos existentes o atacar zonas con defensas más débiles. Y si a pesar de estos obstáculos un Star Wars 2.0 tuviera éxito provocaría una carrera armamentística. «Si una potencia nuclear puede demostrar que puede defenderse y al mismo tiempo tener capacidad de atacar primero con sus armas nucleares, eso es desestabilizador» , dijo Manpreet Sethi, director del programa nuclear del Centro de Estudios del Poder Aéreo en Nueva Delhi. Y se traduce en adoptar contramedidas que están fácilmente disponibles. Una alternativa más aterrizadaEn suma, cualquier opción espacial de Trump se daría contra un muro de realidad basado en costes astronómicos, complejidad en su desarrollo y una tecnología para la que los otros países ya han encontrado una puerta trasera. Por eso los técnicos prefieren que se mejore el sistema terrestre ya existente.  «Ucrania ha utilizado con éxito sistemas suministrados por Occidente (como los Patriot de fabricación estadounidense y el IRIS-T de fabricación alemana) para destruir misiles balísticos e hipersónicos rusos», detalla FT. Y Estados Unidos ya tiene una defensa antimisiles terrestre que consta de 44 interceptores en Alaska y California, diseñados para neutralizar misiles de largo alcance no autorizados de enemigos como Corea del Norte. Y cada uno ya ha costado 50 millones de dólares.MÁS INFORMACIÓN Investigadores chinos explican cómo se usan submarinos con armas láser para destruir satélites como los Starlink de Elon MuskPero una vez más, la realidad es que « no se pueden colocar defensas activas en todos los lugares donde serían necesarias para defender ciudades , infraestructuras críticas y sitios militares», dijo Stacie Pettyjohn, del grupo de expertos Center for a New American Security a los medios. De modo que basándose en la idea pragmática de que se trabaja a corto plazo con lo que se tiene a mano, EE.UU. solo puede maniobrar intentando limitar los arsenales nucleares estratégicos de otros países, y se reforzando los sistemas de menor altitud, basados en tierra o en buques de guerra. No obstante, no deja de ser verdad que las armas hipersónicas desarrolladas por China son ya un importante desafío para la seguridad de EE.UU. Aún resuena en el Congreso de Estados Unidos lo que reconocía Griffin, los Estados Unidos en este campo no «tiene sistemas que puedan poner a China y Rusia en riesgo , y no tenemos defensas contra sus sistemas», sentenciaba. La carrera en este sentido la están ganando otros.

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