“El habla no es un acto inocente”
El lenguaje es constitutivo de la existencia, es Patrimonio de la Humanidad, es, por sobretodo, lo que hace de los seres humanos el tipo particular de seres que somos o que en el mientras tanto estamos siendo.
Vivimos en el lenguaje. Somos seres lingüísticos. El lenguaje es, la clave para comprender los fenómenos humanos.
A través del lenguaje conferimos sentido a nuestra existencia, y conferimos sentido a otros dominios no lingüísticos, como el cuerpo y las emociones.
Antes se consideraba el lenguaje únicamente como descriptivo, hoy sabemos que esto no es así. Las palabras no son solo para describir; son también para crear, y esto trae nuevos mundos a la mano abriendo o cerrando posibilidades.
Por ejemplo, frente a una situación problemática, decir “perdón” que es un tipo de declaración, no describe al mundo, pero si lo modifica radicalmente.
En la medida que hablamos, declaramos y emitimos juicios, estamos modificando el mundo que nos rodea, el hecho de no tomar consciencia de este gran detalle hace que, posiblemente sigamos aceptando la idea de que las cosas son así y punto.
No solo usamos la palabra para describir tal o cual cosa, de igual forma usamos la palabra para representar ideas poniéndoles palabras a las imágenes que surgen en nuestra cabeza. Entonces advertimos como la palabra es “Generativa y Creadora”.
De modo que la imaginación creativa es intangible, surge en la mente y a través de las palabras más tarde se manifiesta en la materia, creándose una realidad nueva. Lo que no es dicho, no existe.
Podríamos afirmar que somos los artistas y artífices de nuestra realidad.
Al describir afirmamos lo que vemos, comprometiendo nuestra responsabilidad de habla, no es lo mismo una “interpretación” que un “hecho”, la primera es subjetiva, por añadidura, las afirmaciones pueden ser verdaderas o falsas, en ambos casos ameritan validación y confirmación.
¿Qué es lo que vemos cuando miramos? “No vemos las cosas como son, Vemos las cosas como Somos”. Vivimos en mundos interpretativos.
Cuando abrimos la boca para describir lo que vemos, en realidad nos describimos a nosotros mismos, a nuestras percepciones y paradigmas.
Cada quien describe la realidad que ve, según su manera de observar, su historia, su tipo de mundo. Lo que interpretamos y juzgamos es teñido por la historia de vida que nos ha llevado al presente.
Esa particular realidad “contamina” la manera como vemos y lo que vemos; condiciona la calidad con la que establecemos nuestras relaciones intra e interpersonales, logros, nivel de satisfacción etc.
Desde el comienzo de esta nota, mi intención es presentar la diferencia que existe en el lenguaje, diferenciando la capacidad descriptiva de la creativa que conduce a construir creando nuevas realidades, contextos, escenarios, circunstancias. Todos tenemos ese poder en nuestras manos, y debemos usarlo para diseñar una vida más humana y mundo mejor.
Desde la mirada de la Ontología del Lenguaje se sostiene que:
“La vida es el espacio donde los individuos se crean así mismos”