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El 'premier' Starmer, en la mira por aceptar más de 100.000 libras en regalos y entradas para eventos

El verano de 2024 pasará a la historia como una época de fiebre global por Taylor Swift . Con su gira \'Eras Tour\' conquistando estadios alrededor del mundo, no sólo los fanáticos más fervientes, sino también figuras políticas, se dejaron llevar por la fascinación de unos conciertos que ocuparon titulares internacionales . Entre ellos, está el primer ministro británico, Keir Starmer, quien asistió a dos de los espectáculos de la cantante en Londres. Aunque su presencia en estos eventos no habría sido más que un detalle en su ajetreada agenda, la forma en que consiguió las entradas ha desatado una tormenta política, sobre todo porque fueron la gota que colmó el vaso de una cantidad de regalos que suman miles de libras esterlinas. Las revelaciones hechas por la prensa local muestran que Starmer ha aceptado más de 100.000 libras en regalos, alojamiento y entradas para eventos desde que se convirtió en líder del Partido Laborista, una cifra que ha llamado la atención por su volumen en comparación con líderes anteriores. Entre los obsequios más comentados están las entradas para eventos deportivos y musicales, como las cuatro entradas valoradas en 4.000 libras para un concierto de Taylor Swift, cortesía de la Premier League. Sin embargo, lo que más ha alimentado las críticas recientes es el apoyo de Waheed Alli, empresario británico y donante del Partido Laborista, quien le proporcionó ropa por un valor de 12.000 libras, gafas que costaron 2.485 y alojamiento por más de 20.000, tanto antes como después de las elecciones del pasado 4 de julio. Si bien el líder del Partido Laborista ha sido transparente al declarar estos regalos dentro del plazo estipulado por la ley de 28 días, el tipo de obsequios y el monto que suman lo han colocado en el punto de mira. Durante una entrevista reciente, incluso la diputada Angela Eagle falló en su intento por defender las decisiones de Starmer y acabó reconociendo, cuando se le preguntó si el jefe del Gobierno no podía comprar sus propias gafas, que «me temo que no soy responsable de las decisiones que toma el primer ministro». La controversia se ha intensificado debido a que a Alli, quien proporcionó gran parte de los regalos, se le concedió un acceso temporal a Downing Street tras las elecciones, lo que ha suscitado sospechas sobre posibles conflictos de intereses.Noticia Relacionada estandar Si El primer ministro británico elogia el «fuerte liderazgo» de Giorgia Meloni en inmigración y Ucrania Ángel Gómez Fuentes | Corresponsal en Roma La primera ministra italiana pone como ejemplo para luchar contra la inmigración ilegal su acuerdo con Albania: «no debemos tener miedo de explorar nuevas soluciones»Conforme a las normasPara Starmer, la aceptación de alojamiento o zonas especiales durante eventos como partidos de fútbol o conciertos está relacionada con su seguridad. «Si no acepto un regalo así, no puedo asistir a un partido. Podríais decir: \'Bueno, mala suerte\'. Pero no volver a ir a un partido del Arsenal porque no puedo aceptar este tipo de hospitalidad es llevar las cosas un poco lejos», opinó el \'premier\', defendiendo su participación en eventos donde la presencia en gradas públicas no sería posible debido a razones de seguridad. Además, subrayó que los regalos, aunque sean significativos, han sido registrados conforme a las normas, lo que garantiza la transparencia en su accionar.Sin embargo, la crítica va más allá de la legalidad o del cumplimiento técnico de las reglas. Muchos comparan la postura de Starmer con la de líderes anteriores, quienes, en su mayoría, declararon una cantidad considerablemente menor de obsequios . David Cameron, por ejemplo, reportó sólo un puñado de entradas para eventos deportivos y cenas, mientras que Ed Miliband sólo mencionó una subida de categoría en un vuelo y entradas para los Juegos Paralímpicos. Jeremy Corbyn, quizás el más sobrio en este sentido, aceptó únicamente un par de entradas para el festival de Glastonbury durante su tiempo como líder del Partido Laborista.La controversia también alcanza a la esposa de Starmer, Victoria, quien asistió a dos conciertos de Taylor Swift, uno acompañada por su esposo y otro en solitario, con entradas regaladas. A pesar de las afirmaciones de Downing Street de que todos los presentes han sido declarados, hasta ahora no ha aparecido en el registro oficial la segunda entrada de Lady Starmer. Desde el entorno del primer ministro aseguran que se están siguiendo los procedimientos correspondientes y que, en algunos casos, los regalos se registran en el Registro de intereses ministeriales, el cual se actualiza trimestralmente, lo que explicaría la demora.La controversia también alcanza a la esposa de Starmer, Victoria, quien asistió a dos conciertos de Taylor SwiftTodo esto ocurre en un momento en que el escrutinio sobre los líderes políticos británicos y su relación con grandes donantes o figuras influyentes está en un punto álgido. Las reglas sobre la declaración de regalos y hospitalidad son claras: los diputados deben declarar cualquier presente que pueda «influir razonablemente» en su toma de decisiones o en sus declaraciones públicas. No obstante, aunque las normativas se cumplan formalmente, persiste la sensación de que una línea ética puede haberse cruzado, aunque sus defensores le quitan hierro al asunto. Por ejemplo, durante una entrevista en el programa matutino de Sky News el pasado martes, la presentadora Kay Burley le dijo a la diputada Eagle que «entre los regalos están el Palco Real en Wimbledon, entradas VIP para un concierto de Coldplay y partidos fuera de casa del Arsenal. ¿Cómo encaja eso con la imagen de hijo de un fabricante de herramientas, un hombre cercano al pueblo?», a lo que la laborista respondió que Starmer «es aficionado del Arsenal, supongo que eso lo explica en parte».

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