El nominado por Donald Trump para liderar el Pentágono , Pete Hegseth, comparte una trayectoria común con muchos soldados estadounidenses. Veterano de la Guardia Nacional del Ejército, sirvió en Guantánamo, Irak y Afganistán, recibiendo condecoraciones como la Estrella de Bronce y la Medalla de Encomio del Ejército. Tras su servicio militar, se enfrentó desafíos personal en su transición a la vida civil, incluyendo problemas con el alcohol y varios divorcios. Con el tiempo, superó estos obstáculos y construyó una carrera sólida como comentarista político y autor, destacándose en medios conservadores como Fox News .Sin embargo, a diferencia de anteriores secretarios de Defensa, Hegseth carece de experiencia en altos cargos militares, en puestos de seguridad nacional o en agencias de inteligencia, y no ha ocupado posiciones directivas en grandes empresas, ya sean del sector de defensa o de otros. Aunque se graduó en las prestigiosas universidades de Princeton y Harvard , su experiencia en gestión se limita a su rol como director ejecutivo de organizaciones no gubernamentales de apoyo a veteranos, de las que fue obligado a dimitir debido a acusaciones de mala gestión financiera, conducta sexual inapropiada y abuso de alcohol . Hegseth ha negado todas las acusaciones en su contra, afirmando ser víctima de una persecución política debido a su apoyo a Trump. En sus apariciones televisivas, ha ganado notoriedad por sus críticas a las políticas militares actuales , que, según él, reflejan una agenda ideológica que prioriza la diversidad y la inclusión en detrimento de la eficacia militar. Sostiene que los altos mandos de han adoptado políticas de género y otras iniciativas que han alienado a las tropas de sus líderes, debilitando la cohesión y la preparación del Ejército.Noticia Relacionada Informe del fiscal especial estandar Si Sólo la victoria electoral ha salvado a Trump de volver a ser condenado Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York El informe recalca la gravedad de los delitos imputadosEn noviembre de 2024, durante una entrevista en un podcast, Hegseth afirmó abiertamente: «No deberíamos tener mujeres en roles de combate». Argumentó que la inclusión de mujeres en estas posiciones no ha mejorado la efectividad ni la fuerza de las fuerzas armadas, sino que ha complicado las operaciones militares. Desde 2016, las mujeres en Estados Unidos tienen permitido servir en roles de combate. Hasta la fecha, casi 4.800 mujeres han prestado servicio en puestos de infantería, blindados y artillería del Ejército. Más de 150 han completado el curso de ranger del Ejército. También ha defendido que, si de él dependiera, revertiría los cambios de nombres de las bases militares que anteriormente honraban a figuras confederadas. Por ejemplo, ha expresado su apoyo a la intención de Trump de renombrar Fort Liberty, una base del Ejército en Carolina del Norte, devolviéndole su nombre original de Fort Bragg, en honor al general confederado Braxton Bragg. Trump ya se opuso antes de dejar el poder a los planes de los generales de alterar esos viejos nombres. La nominación de Hegseth como secretario de Defensa por parte de Trump representa una ruptura con el estamento militar estadounidense y un intento de revolucionar el liderazgo de las fuerzas armadas . Durante su primer mandato, Trump mantuvo relaciones conflictivas con sus secretarios de Defensa. Jim Mattis, un general retirado de la Infantería de Marina y héroe de guerra, renunció en diciembre de 2018 en protesta por la decisión de Trump de retirar las tropas estadounidenses de Siria, una medida que consideraba prematura y perjudicial. Su sucesor, Mark Esper, también tuvo una relación tensa con Trump. Esper se opuso públicamente al deseo del presidente de desplegar tropas activas para controlar las protestas contra el racismo en 2020, argumentando que tal medida solo debería usarse como último recurso. Esta postura contribuyó a su destitución en noviembre de 2020. Posteriormente, acusó a Trump de autoritario e hizo campaña en su contra en las últimas elecciones, que el expresidente volvió a ganar. La vida personal de Hegseth también será objeto de debate en las vistas del Senado, debido a su historial de alcoholismo y las alegaciones surgidas en sus diversos divorcios . Ha estado casado en tres ocasiones, y su vida matrimonial ha sido objeto de polémica debido a infidelidades y acusaciones de conducta inapropiada. En 2004, Hegseth contrajo matrimonio con su novia de la escuela secundaria. Sin embargo, la relación se deterioró debido a las infidelidades de Hegseth, quien admitió haber tenido varias aventuras durante este período. Ella solicitó el divorcio en 2008, poniendo fin a su unión de cuatro años. En 2010, Hegseth se casó nuevamente y tuvo tres hijos. Durante este matrimonio, inició una relación extramarital con una productora ejecutiva de Fox News, donde él trabajaba. En agosto de 2017, su amante dio a luz a una hija , y solo posteriormente se produjo el divorcio de la segunda esposa. Se casó finalmente con la productora de Fox News en 2019 en el campo de golf de Trump en Nueva Jersey. Además de las infidelidades, Hegseth se ha enfrentado a acusaciones de conducta sexual inapropiada . En 2017, fue acusado de agresión sexual por una mujer durante un congreso de militantes del Partido Republicano. El caso se resolvió mediante un acuerdo financiero, y la supuesta víctima firmó un acuerdo de confidencialidad, por lo que no se conocen los detalles. Hegseth ha negado estas acusaciones, afirmando que la relación fue consensuada y que solicitó el acuerdo solo para proteger su carrera en televisión. Recientemente, se reveló que Penelope Hegseth, madre de Pete, le había enviado en 2018 un correo electrónico acusándolo de maltratar a las mujeres durante años. En el mensaje, ella expresaba su dolor y vergüenza por el comportamiento de su hijo, instándolo a buscar ayuda y reflexionar sobre sus acciones. «No respeto a ningún hombre que menosprecie, mienta, engañe, se acueste con cualquiera y utilice a las mujeres para su propio poder y ego. Tú eres ese hombre (y lo has sido durante años) y, como tu madre, me duele y me avergüenza decirlo, pero es la triste, triste verdad», escribió. En el mensaje, copió a la exmujer de su hijo, que lo incluyó en la demanda de divorcio. Por eso salió a la luz. Posteriormente, la madre se retractó en televisión de sus declaraciones, afirmando que el correo fue escrito en un momento de ira durante el difícil divorcio del hijo y que sus acusaciones no eran ciertas. En 2019, Hegseth también desempeñó un papel clave al persuadir al entonces presidente Trump para que indultara a varios militares estadounidenses acusados o condenados por crímenes de guerra. Entre ellos se encontraba el teniente del Ejército Clint Lorance, condenado por ordenar a sus soldados disparar contra tres hombres afganos desarmados , lo que provocó la muerte de dos de ellos. Otro caso notable fue el del mayor Mathew Golsteyn, acusado de asesinar a un presunto fabricante de bombas afgano. Además, Hegseth abogó por el indulto del Navy SEAL Edward Gallagher, quien enfrentaba cargos por crímenes de guerra, por el asesinato de un prisionero adolescente del Estado Islámico. Hegseth utilizó su plataforma en Fox News para defender a estos militares, presentándolos como héroes injustamente perseguidos por una burocracia militar muy restrictiva. Entrevistó a familiares y simpatizantes de los acusados, y promovió activamente los indultos a través de sus redes sociales y programas televisivos. Su campaña mediática y su influencia directa sobre Trump fueron factores determinantes en la decisión del presidente de conceder los indultos, una acción que generó polémica y críticas por parte de líderes militares y expertos legales, quienes argumentaron que tales medidas podrían dañar la integridad del sistema de justicia militar.