Este 10 de diciembre se cumple el primer año de la gestión de Javier Milei, el primer presidente libertario del mundo. Inició su camino con una violenta devaluación del 118% que licuó ingresos salariales y jubilaciones, que luego siguió recortando. Además de esa transferencia de ingresos del trabajo hacia el capital, provocó una profunda recesión que, atenuada, aún continúa.
Con el correr de los meses, la actividad económica fue sufriendo cambios: algunos sectores como agro, energía y pesca comenzaron a repuntar, mientras que industria, comercio y todo lo relacionado al consumo interno se mantiene en descenso.
Tras la devaluación que disparó el alza de precios, Milei logró domar en parte la inflación que, si bien permanece en niveles similares a los de 2015, mantiene su nivel de desaceleración.
Paralelamente, creció la deuda pública, pero mantuvo el valor del dólar, que para muchos expertos está claramente retrasado. Esa política monetaria facilitó lo que en términos técnicos se llama carry trade, y que consiste en ingresar dólares, pasarlos a pesos y obtener una tasa de interés, para luego volver a adquirir divisas al mismo valor, o incluso hasta más bajo.
La actividad financiera fue una de las grandes ganadoras del primer año del gobierno libertario. Al igual que el agro, la energía y la pesca, esos sectores explican apenas el 4% de la mano de obra ocupada en el país, mientras que los perdedores -industria, comercio, etcétera- representan el 44% del empleo que produce el país.
En el otro extremo, los trabajadores del sector público y los informales sufrieron las consecuencias del ajuste y la recesión con una pérdida del poder adquisitivo de sus ingresos, en mayor medida que los empleados registrados del sector privado.
Los jubilados y pensionados fueron la principal explicación del superávit fiscal que obtuvo la Casa Rosada, y a la vez las víctimas más sufridas de la política del Gobierno. “Mientras que los haberes se incrementaron entre marzo y diciembre 93,1%, la mínima, con bono incluido, sólo aumentó 61,2%. De haberse actualizado en la misma proporción, el bono debiera ser en diciembre de $135.140, es decir, $65.140 más de lo actual”, señala el Cepa.
También dedica el trabajo un capítulo a las consecuencias del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y el modelo “antindustrial” del Gobierno. “Desde que comenzó el gobierno de Milei, el sector industrial experimentó una pérdida de puestos de trabajo y el cierre de una gran cantidad de empresas. Desde noviembre de 2023 a agosto de 2024, se perdieron 38.532 puestos de trabajo de la industria manufacturera. A su vez, desaparecieron 879 empresas del sector”, precisa el informe.
El ajuste del gasto público y de los bolsillos privados de las mayorías fue el modo en que el líder libertario apuntó a ordenar la macroeconomía.
“Las principales variables macro parecen haber mejorado”, dice el Cepa, pero “presentan «pies de barro» en su evolución. Así entonces, las dudas se vinculan con el nivel de apreciación cambiario, los dólares acumulados, el impacto en materia económica sobre sectores industriales, entre otras cuestiones”.
A continuación, el informe completo sobre el primer año de presidencia de Javier Milei.