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El Sevilla de Banega y Ocampos, dueño absoluto de la Europa League

El Sevilla no sabe lo que es perder en una final de Europa League. Seis jugadas y seis ganadas desde 2006 a la fecha. Este viernes, festejó por 3-2 con Ever Banega, Lucas Ocampos (ambos titulares) y Franco Vázquez (entró en el complemento) ante el Inter de Lautaro Martínez, que terminó viendo la derrota de los suyos desde el banco, debido a una serie de llamativas modificaciones del DT italiano.

El gran protagonista de la jornada fue el defensor brasileño de Sevilla, Diego Carlos. No contento con haber cometido penales en el choque de cuartos de final ante Wolverhampton (a los 10 minutos) y de semifinal con Manchester United (a los 8), a los 3 del pitido inicial en Colonia, Alemania, el zaguero finalizó una carrera con Romelu Lukaku con un torpe pizotón dentro del área que se convirtió luego en el 1-0 italiano tras la ejecución del belga.

Pero el fútbol le dio revancha al brasileño en el complemento (y castigó al europeo). A los 74, Diego Carlos tomó un mal despeje de la defensa e impactó la pelota de chilena. El remate parecía que se iba, pero apareció el pie de Lukaku para mandarlo adentro y sentenciar la remontada sevillana por 3-2.

¿Pero qué había pasado entre el 0-1 y el 3-2? Principalmente, un gran predominio de los españoles. Sevilla fue dueño de la pelota en gran parte del juego, imponiendo el estilo que más le gusta al equipo de Julen Lopetegui. Con un gran despliegue de sus laterales Jesús Navas y Sergio Reguilón, aprovechó el campo de juego en toda su extensión y llevó peligro constante al área de Inter. Dos cabezazos del neerlandés Luuk de Jong (a los 11 y a los 33) le dieron el 2-1 parcial, el primero tras una gran jugada colectiva y el segundo luego de un centro de Banega, el gran titiritero que tuvo Sevilla en el mediocampo.

El ex Boca y Newell's, de 32 años, disputó su último partido en el conjunto andaluz, ya que tiene todo arreglado para partir al fútbol de Arabia Saudita. Décimo en el ránking histórico de jugadores con más encuentros en el equipo, Banega se fue de la mejor manera, levantando su tercera Europa League en el club (2015 y 2016 las anteriores) y hasta dándose el gusto de provocar por su afamado peinado a Antonio Conte, DT rival, al comienzo de una final que estuvo muy caldeada.

Implantes capilares aparte, Conte fue protagonista del encuentro, pero sobre el final, cuando Inter ya estaba 2-3. El entrenador no sólo sacó a Lautaro Martínez, el segundo goleador del equipo en la temporada, poco después del tanto de Diego Carlos; sino que además, a los 89, también se deshizo del uruguayo Diego Godín, autor del tanto del 2-2 con un gran cabezazo (a los 35), cuando lo que propuso Inter en la última parte del encuentro fue puro centro. En lugar del defensor de 1,87 metro ingresó el volante Antonio Cadevra (1,80). Inexplicable.

La primera parte

El Inter de Lautaro Martínez y el Sevilla de Lucas Ocampos y Ever Banega protagonizaron un gran primer tiempo en la final de la Europa League en Colonia, Alemania.
La apertura del marcador llegó temprano tras una nueva e insólita infracción del brasileño Diego Carlos dentro del área, esta vez, sobre Romelu Lukaku a los 3 minutos. Este fue el tercer penal consecutivo que comete el defensor de Sevilla en el certamen, todos antes de los diez minutos de juego (ante Wolverhampton en cuartos y vs. Manchester United, en semis). De la ejecución se hizo cargo el gigante belga, quien la puso demasiado lejos de la estirada del arquero Bono, que adivinó el lado pero no pudo evitar el 1-0.



Con varias infracciones por lado para acompañar el buen trato de la pelota del que hacen gala ambos equipos, el equipo se caldeó. La igualdad sevillana llegó a los 12, con una palomita dentro del área de Luuk de Jong tras una buena jugada colectiva de los suyos, con centro desde derecha de Jesús Navas incluido.

Sevilla se hizo dueño de la pelota (60 contra 40 por ciento) y, así, del partido. La remontada llegó a los 33, nuevamente a través del neerlandés de Jong y otra vez de cabeza. Gran centro de Banega de tiro libre para que el atacante ponga la pelota por arriba del arquero como si tuviera un guante en la frente.

La alegría española no duró demasiado sin embargo. Dos minutos después, el croata Marcelo Brozovic se vistió de Banega y el uruguayo Diego Godín, de de Jong.

Al entretiempo, la historia está igualada en dos goles. Toda una sorpresa dado que los que se enfrentan son dos equipos caracterizados por su solidez defensiva.

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