¿Sabías que existen algunas bebidas que ponen en riesgo a tu bebé mientras estás embarazada? Lo mejor es que conozcas cuáles son y las descartes de tu dieta durante este período.



¡Así como lo estás pensando! La hidratación durante el embarazo resulta fundamental para una evolución óptima. Necesitas agua para la formación del líquido amniótico, el transporte de nutrientes, la producción sanguínea, la eliminación de desechos y toxinas, y otras funciones esenciales. Sin embargo, no todas las bebidas son permitidas.

Algunas de ellas pueden causar daños a corto, medio y largo plazo, tanto para ti como para tu bebé. Por esta razón, debes prestar atención al tipo de líquido que consumes.

Para asistirte en este aspecto, te proporcionamos una lista de las bebidas prohibidas durante el embarazo, para que las excluyas de tu dieta diaria. Para obtener una guía más precisa, te recomendamos consultar con el profesional de salud que supervisa tu embarazo.

¿Por qué descartar por completo algunas bebidas en el embarazo?

Durante este período, es crucial incrementar la ingesta diaria de agua. Por este motivo, el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) recomienda beber de 8 a 12 vasos de agua. Sin embargo, esta hidratación no se limita solo al agua pura, ya que para diversificar la dieta podemos obtener líquidos de otras fuentes.

En este sentido, es necesario ser cauteloso respecto a las bebidas que consumes durante el embarazo, ya que no todas aportan beneficios al binomio madre-hijo o al proceso natural. De hecho, algunas podrían tener efectos adversos incluso después del nacimiento.

Bebidas que no se deben tomar durante la gestación

Aquí están las bebidas que no deben considerarse en las recomendaciones de hidratación. Descubre las razones que las convierten en bebidas prohibidas durante el embarazo.

1. Bebidas alcohólicas

Según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, se recomienda no consumir alcohol durante el embarazo, ya que el etanol puede atravesar la barrera placentaria y afectar el desarrollo del bebé.

La principal razón es que el hígado en formación del bebé no puede procesar el alcohol, lo que podría resultar en bajo peso al nacer, parto prematuro o mayor riesgo de aborto.

El American Addictions Centers también enfatiza que, en casos extremos, la exposición prolongada al alcohol en el cuerpo del bebé puede llevar al trastorno del espectro alcohólico fetal (FASD).

El FASD puede causar problemas cardíacos, renales, visuales, auditivos, de equilibrio, aprendizaje, memoria, control de impulsos, habla y más. En resumen, el consumo de alcohol durante el embarazo aumenta el riesgo de trastornos en el desarrollo físico, mental y emocional del bebé.

2. Leche no pasteurizada

Otra bebida prohibida durante el embarazo es la leche no pasteurizada. Según la U. S. Food & Drug Administration (FDA), la leche cruda debe someterse a pasteurización para eliminar las bacterias dañinas que permanecen en ella después del ordeño, las cuales pueden afectar la salud.

Al no ser pasteurizada, estos microorganismos comienzan a multiplicarse rápidamente, convirtiendo la leche en un caldo de cultivo. Salmonella, Listeria, Escherichia coli 0157, Brucella, Campylobacter, entre otras bacterias, pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA) o intoxicaciones alimentarias.

Un estudio publicado en la revista Pediatrics advierte que cualquier persona corre riesgo de contraer estas enfermedades, siendo especial vulnerables las embarazadas y sus bebés. En estos últimos, las infecciones pueden ser mortales y llevar a abortos espontáneos.

Si estás embarazada y deseas consumir leche, asegúrate de que sea esterilizada o pasteurizada. Ambas opciones eliminan las bacterias que podrían poner en peligro la salud de tu bebé y la tuya.

3. Infusiones a base de ciertas hierbas

El acceso que tienen las mujeres embarazadas a terapias alternativas para aliviar ciertos malestares comunes se convierte en un arma de doble filo. Si bien es cierto que algunas infusiones de hierbas pueden mejorar algunos síntomas, otras pueden representar un alto riesgo para su salud.

Una revisión publicada en la revista Journal of Medicine and Life explica que ciertas hierbas deben ser evitadas durante la gestación debido al riesgo de parto prematuro, ya que pueden aumentar las contracciones uterinas, o por sus posibles efectos tóxicos en el feto. ¿Cuáles son exactamente estas hierbas?

• La salviaLa raíz madre
• La milenrama común
• La bandera dulce
• La caléndula
• El regaliz
• El perejil
• El tomillo
• El hinojo
• El ajenjo
• El gorgojo
• La cola de caballo
• El fenogreco
• La verbena
• El sen
• El enebro
• El espino amarillo
• La lavanda
• El enebro
• El anís
• La genciana
• La malvarrosa
• La libélula
• La carroña
• La hidrastis

Plantas y especias que contienen aceites esenciales y sustancias amargas

Por su parte, las siguientes plantas y especias también están prohibidas durante el embarazo por su aporte de aceites esenciales y sustancias amargas que estimulan el flujo sanguíneo en el área de la pelvis y el útero. Entre estas: el aloe, la tintura de pimiento picante, el aceite esencial de canela, el enebro, el muérdago, el dedal y la acedera.

Por lo tanto, es recomendable evitar cualquier bebida elaborada a partir de estas plantas o que contenga estas especias. Lo más aconsejable es que, si decides comer fuera, siempre te asegures de preguntar por los ingredientes de las preparaciones para garantizar tu seguridad.

4. Bebidas energéticas

La Organización Tommy’s llevó a cabo una investigación en la que se involucraron más de 1000 mujeres embarazadas en distintos hospitales del Reino Unido para determinar el impacto de las bebidas con cafeína en el embarazo. Los resultados indicaron que las bebidas energéticas aumentaron el riesgo de muerte fetal en 1.85 veces más que el café y las bebidas a base de cola.

Por su parte, la Academia Estadounidense de Nutrición y Dietética también desaconseja este tipo de bebidas debido a sus altos niveles de cafeína y a la variedad de ingredientes que forman parte de su composición.

Entre estos ingredientes se encuentran la taurina, el inositol, la carnitina, el ginseng y otros estimulantes, cuya seguridad no ha sido estudiada durante la etapa gestacional y que no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

Aunque se ha determinado su efecto sobre el sistema cardiovascular en personas no embarazadas, un estudio publicado en la revista Advances in Nutrition sugiere que estas bebidas provocan un aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca. Estos efectos podrían tener consecuencias perjudiciales para el adecuado desarrollo del embarazo.

5. Jugos no pasteurizados

Se recomienda que las mujeres embarazadas eviten consumir jugos sin pasteurizar, a menos que sean preparados con ingredientes apropiados y siguiendo cuidados de higiene adecuados en el hogar.

La FDA nos recuerda que las frutas y verduras, si no se lavan adecuadamente, y el agua contaminada, pueden convertirse en vehículos de un parásito conocido como Toxoplasma gondii. Su infección puede afectar tanto a la madre como al bebé en desarrollo. En el caso del bebé, podría ocasionar pérdida de audición, ceguera y discapacidad intelectual.

Es preferible no tomar riesgos

No olvides que el embarazo es un proceso que requiere especial atención en cuanto a nuestra alimentación y líquidos ingeridos. La ciencia ha demostrado que algunas bebidas deben ser excluidas por completo de la dieta de una mujer embarazada, ya que podrían poner en riesgo tanto la salud de la madre como la del bebé en desarrollo.

Bebidas alcohólicas, bebidas energéticas, leche no pasteurizada, infusiones de ciertas hierbas y especias, así como jugos no pasteurizados, deben quedar fuera de tu dieta y estilo de vida durante el embarazo.

Recuerda que la mejor manera de asegurar una ingesta de líquidos saludable es seguir un plan de alimentación que se ajuste a los nutrientes esenciales durante el embarazo. Este plan debe estar equilibrado y variado, incluyendo distintos grupos de alimentos, y siempre bajo la supervisión y control de tu médico obstetra y tu nutricionista.